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España apuesta por venta de trenes de alta velocidad en Brasil

En septiembre se adjudicará la primera línea de alta velocidad sudamericana entre Rio-Sao Paulo-Campinas, por un monto estimado de 16.400 millones de dólares.

20 de Julio de 2013 | 10:00 | AFP
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El Mercurio/Archivo

MADRID.- Animada por su contrato del "AVE del desierto" en Arabia Saudí, España pone rumbo al extranjero esperando vender sus trenes de alta velocidad en una estrategia motivada por su situación económica, pero cuyos beneficios son inciertos.


El próximo objetivo es Brasil, donde en septiembre se adjudicará la primera línea de alta velocidad sudamericana entre Rio-Sao Paulo-Campinas, por un monto estimado de 16.400 millones de dólares. España concurre con un consorcio de 11 empresas públicas y privadas (incluidos tres grupos extranjeros).


Este contrato "es importante porque es América Latina, y las relaciones de España y Latinoamérica son especialmente intensas", subraya Rafael Catalá, secretario de Estado de transportes.


"Es importante (también) porque es alta velocidad y queremos demostrar que somos líderes en el mundo en estos temas", añadió.


Para demostrarlo, Madrid dispone de una prestigiosa carta de presentación: su victoria en 2011 en la licitación para la línea La Meca-Medina, denominada el "AVE del desierto".


Una hazaña de 6.700 millones de euros, es decir, su mayor contrato internacional de la historia, que ganó en dura lucha con el tándem francés Alstom-SNCF.


"Un contrato así te pone en un escaparate", se alegra Pedro Fortea, director general de la asociación ferroviaria Mafex, que se encarga de la promoción de 73 empresas en el exterior.


"Es una ayuda a la hora de hacerse conocer más en muchos sitios: te sitúa como un país de referencia en el sector", añade.


Además, la cuarta economía de la zona euro tiene un as en la manga: su red nacional de "alta velocidad española" (AVE) de 3.100 kilómetros es la segunda del mundo por detrás de China.


"Si has desarrollado tu propia red, desarrollas tu propio conocimiento" en este ámbito, recuerda Alejandro Lago, profesor de Logística en la IESE Business School, y "al final, el mundo de la alta velocidad es un mundo donde el conocimiento, los recursos... se concentran básicamente en 3-4 países" con Francia, Alemania y Japón como principales competidores.


España, que apuesta por campeones nacionales como el fabricante de trenes Talgo o le empresa tecnológica Indra, ya había conquistado Turquía al hacerse con la línea Ankara-Estambul, inaugurada en 2009.


Ahora, Brasil y Estados Unidos están entre los mercados a los que apunta de forma más inmediata, pero "hay también una serie de proyectos a medio plazo que se prevén, tanto en Rusia, en Kazajistán, en los Emiratos", explica el secretario de Estado.


Pero, si las empresas españoles buscan su salvación en el extranjero es también porque "no hay otra salida, no les queda otra que salir fuera", dice Alejandro Lago, ya que, inmerso en la recesión, el país está aplicando una política de austeridad sin precedentes y frenando sus gastos en infraestructuras.

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