SANTIAGO.- Durante el primer semestre del año las ventas del comercio en la Región Metropolitana acumularon un incremento de 10%, exhibiendo una tendencia alcista, que significó pasar de un aumento promedio de 8,2% en el primer trimestre a uno de 11,5% en el segundo trimestre
La cifra del segundo trimestre se explica luego que la actividad comercial creciera un 10,8% en la región durante junio, respecto del mismo mes de 2012. “Si bien esta variación es inferior a la expansión registrada en mayo (14,8%), en parte se debe a la mayor base de comparación”, explicó la entidad.
Según la CNC, esta trayectoria alcista se sustenta en la vigencia de los factores que han potenciado el consumo: el nivel de la ocupación y de las remuneraciones reales que siguen creciendo, lo que ha implicado un importante aumento de la masa salarial. A ello se suma la disponibilidad de créditos y la baja inflación, debido principalmente a las disminuciones en los precios de vestuario, calzado y artículos para el hogar y tecnológicos.
Perspectivas
La actividad económica nacional ha seguido mostrando signos de desaceleración, como lo refleja el crecimiento por debajo de las expectativas del Imacec de mayo, que se ubicó en 3,5% anual, determinando una revisión a la baja en las proyecciones de consenso para 2013, que ahora fluctúan entre 4,5% y 5%.
La moderación está influida en parte por el panorama externo, ya que si bien se visualizan perspectivas más favorables en las economías desarrolladas, especialmente en Estados Unidos con un fortalecimiento del dólar, se ha notado un debilitamiento o al menos una mayor incertidumbre en el crecimiento de los países emergentes, principalmente en China y en la prioridad en sus impulsores de desarrollo (exportaciones, inversiones, infraestructura, vivienda, defensa y desarrollo aeroespacial, consumo), lo que ha impactado los precios de las materias primas, entre ellos el cobre, que en lo que va del año ha caído un 12%.
Pero, la actividad se ha visto especialmente impactada por factores internos de oferta en la industria, agricultura y energía. También por la natural desaceleración de la construcción de viviendas de altísimo crecimiento en 2012 y, lo más preocupante, por la postergación de proyectos de inversión productiva en las áreas de minería y energía, por la judicialización y aumento en los costos de los proyectos.
Lo positivo ha sido el consumo, que ha mantenido su dinamismo, como lo indican las ventas del comercio, impulsado por el constante aumento del empleo y las remuneraciones reales y, por ende, de la masa salarial. En la última encuesta trimestral del INE la ocupación creció 2% anual, uno de los mejores resultados del año, mientras las remuneraciones reales acumularon un incremento de 4,7% en los cinco primeros meses de 2013.
Sin embargo, es posible que la volatilidad del entorno externo, la desaceleración de la actividad económica nacional y la disminución en las expectativas de los consumidores tiendan a moderar el consumo y la actividad comercial en el segundo semestre del año.
Así, se estima que luego de un expansivo primer semestre, las ventas reales del comercio minorista reducirían su ritmo de crecimiento para cerrar el año en el límite superior del rango proyectado por la CNC entre 6% y 7% en 2013.