OGX vendió su única división de producción horas antes de pedir protección contra la quiebra

RÍO DE JANEIRO/SAO PAULO.- OGX Petróleo e Gás Participações SA, la compañía petrolera controlada por el ex multimillonario Eike Batista, vendió su única división de producción horas antes de pedir protección judicial para evitar la bancarrota.

OGX, el primer productor de petróleo de Brasil que solicitó protección de los acreedores, vendió su participación en la división OGX Maranhão Petróleo e Gás SA el miércoles, según una copia de la petición que obtuvo Bloomberg News. La presentación no mencionaba el precio ni el comprador.

La venta reduce el monto que pueden recuperar los tenedores de bonos de OGX y otros acreedores si los activos de la compañía se venden en una liquidación, dijo telefónicamente Omar Zeolla, analista de crédito empresarial de Oppenheimer Co. en Nueva York. OGX tiene unos 11.200 millones de reales (US$ 5.100 millones) de deuda total, de acuerdo con la presentación.

Eneva SA, la empresa de electricidad brasileña que controlan EON SE de Alemania y Batista, informó el 28 de octubre que había ofrecido comprar la compañía de gas natural que comparte con OGX si esta entrara en suspensión de pagos. Eneva acordó pagar 200 millones de reales por el 66,7% de las acciones que todavía no posee en la división, aclaró.

OGX y Eneva no accedieron a formular declaraciones cuando Bloomberg News se contactó con ellas.

La historia del mayor impago

La solicitud de protección de OGX deja US$ 3.600 millones de bonos en dólares en suspensión de pagos, la mayor debacle de deuda empresarial de que se tenga registro en América Latina, y corona 16 meses de caídas que eliminaron más de US$ 30.000 millones de la fortuna personal de Batista.

Batista fundó OGX en 2007 y esta se convirtió en el pilar de su grupo de compañías de materias primas y logística. El éxito inicial de OGX al encontrar petróleo en aguas poco profundas de la costa de Río de Janeiro provocó un alza del mercado accionario que la hizo más valiosa que otros productores consagrados como Repsol SA.

Cuando OGX pasó de la exploración a la producción, se encontró con una geología más complicada y compartimentada de lo previsto y comenzó a abandonar proyectos que antes había declarado comerciales. Su acción ha caído 96% este año.