LONDRES.- En tanto Grecia, Italia y Portugal se esfuerzan para hacer aprobar medidas de reducción del déficit y de ese modo reducir su deuda, la combinación de desaceleración del crecimiento económico y la inflación de la zona euro opera en su contra.
Dado que algunos países de la zona euro poseen deudas que superan el 100% del producto interno bruto, una tambaleante recuperación en el bloque de 17 naciones amenaza con elevar la deuda de los países del sur de Europa y el costo del servicio de sus préstamos.
El costo de asegurarse contra la deflación en la zona por los próximos dos años se acercó al nivel más alto de este año la semana pasada. "Probablemente se podría argumentar que todas las naciones europeas están en riesgo", dijo Philippe Gudin, economista europeo jefe de Barclays Plc en Londres. "La sostenibilidad de la deuda se mide por el ratio de deuda a PIB. Cuando la región está en una situación en la cual el crecimiento real es débil y la inflación es baja, la presión ascendente sobre su deuda es más fuerte para el mismo nivel de déficit".
Al caer los índices de inflación, las tasas de interés reales suben. Eso puede dificultar el crecimiento y afectar la capacidad de un país para pagar deuda, señaló Robin Marshall, director de renta fija de Smith Williamson Investment Management en Londres, que posee US$ 23.000 millones en activos. Aunque el rendimiento de los bonos españoles a diez años cayó al nivel más bajo en seis meses de 3,95% el 4 de noviembre, la tasa después de restar el costo de vida ayer aumentó a 3,45%, más que nunca desde junio.
Sostenibilidad de la deuda
"Como inversores, prestamos atención a una cuestión de sostenibilidad de la deuda", apuntó Marshall de Smith Williamson. "Los rendimientos de los bonos de los países periféricos quizá hayan bajado pero, si la inflación va en esta dirección, el beneficio de la baja en las tasas nominales no existe. Aunque el BCE ha actuado rápidamente para eliminar la amenaza de la caída de los precios, no podemos descartar el riesgo de deflación en la zona euro".
El Banco Central Europeo rebajó sus tasas de interés de referencia a 0,25% el 7 de noviembre en tanto su presidente Mario Draghi advirtió que la región se enfrenta a la perspectiva de un período "prolongado" de baja inflación. La inflación de la zona euro sorprendentemente se deterioró en octubre a 0,7%, por debajo de la meta del BCE de "cerca pero por debajo" del 2%, suscitando preocupación por un ciclo deflacionario.
El desempleo de 12,2% es el más alto desde que se formó la región en 1999, mientras que el alza de casi 7% del euro frente a sus principales pares este año es un desafío para los exportadores del bloque monetario.