ATENAS.- El Gobierno de Grecia y los representantes de la troika alcanzaron hoy un acuerdo sobre las nuevas medidas de ahorro que deberán ser tomadas a cambio de un nuevo desembolso del rescate financiero, informaron los medios citando fuentes del Ejecutivo.
Esta ronda de negociaciones se prolonga desde el pasado septiembre y concierne a los tramos del último trimestre del pasado año y del primero de 2014.
En los últimos días las negociaciones habían adquirido un carácter maratoniano dada la presión de los socios europeos: la reunión del domingo se prolongó hasta las 05:00 horas de la mañana del lunes, la de ayer hasta las 02:00 de la madrugada y finalmente poco después del mediodía de hoy se alcanzó el acuerdo.
Con todo, quedan detalles técnicos que deberán ser terminados de pulir en la tarde de hoy y se espera que en las próximas horas el primer ministro, el conservador Andonis Samarás, se dirija a la población para explicar las medidas acordadas.
Uno de los temas que más división ha provocado en las negociaciones ha sido cómo se repartirá el superávit primario -antes del pago de los intereses de la deuda- logrado en el ejercicio de 2013 y que el Gobierno valora en unos 1.000 millones de euros.
El acuerdo alcanzado por Grecia con sus acreedores internacionales (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) contemplaba que el 30% del superávit primario sería utilizado para el pago de la deuda, mientras que el resto lo podría repartir el Gobierno entre los menos favorecidos.
Sin embargo, los representantes de la troika se han negado a mantener este trato pues dudan de que la ejecución presupuestaria del presente año vaya a cumplir con el superávit primario establecido como objetivo por el programa de ajuste.
Según las primeras filtraciones del acuerdo a la prensa griega, se ha decidido utilizar 500 millones de euros para el llamado "dividendo social,” mediante el cual se aumentarán las pensiones más bajas y los salarios de policías y militares.
Otra parte será reservada para cuadrar las cuentas de 2014 mientras que una tercera se dedicará a cubrir la brecha fiscal que dejará la reducción de las contribuciones empresariales, pues la troika logró su objetivo de reducir en un 3,9% el monto con el que las empresas contribuyen a la Seguridad Social por cada trabajador.
Por el momento se desconoce si se ha llegado a acuerdos sobre la facilitación del despido colectivo, la limitación del derecho a huelga y la liberalización de ciertos mercados, otras peticiones de la troika.