Dos mujeres observan una vitrina con vestuario y precios exhibidos el pasado 13 de febrero de 2014, en el centro de Buenos Aires.
EfeBUENOS AIRES.- Los inversores tardaron sólo 34 días en volver a dudar de las estadísticas de Argentina luego de que el país presentó un nuevo índice de precios al consumidor que buscaba terminar con la preocupación por la veracidad de sus datos.
Acompañado por dos funcionarios que trabajan en el instituto de estadísticas del país desde que los datos empezaron a ser cuestionados en 2007, el ministro de Economía, Axel Kicillof, dijo en una conferencia de prensa celebrada el 17 de marzo que los precios al consumidor aumentaron 3,4% en febrero. La cifra estuvo por debajo del 4,3% calculado por economistas privados, cuyas estimaciones son publicadas por legisladores opositores desde que el gobierno comenzó a aplicarles multas en 2011.
El anunció reaviva la preocupación de que Argentina esté informando una inflación inferior a la real un mes después de lanzar un nuevo índice que mostró que los precios al consumidor subían el doble de lo que se había informado anteriormente.
Los bonos argentinos ligados a la inflación con vencimiento en 2033 perdieron 3,1% desde el 17 de marzo, frente a un aumento promedio de 0,3% para la deuda similar de los mercados emergentes que sigue Barclays Plc. Ana María Edwin y Norberto Itzcovich, los dos funcionarios presentes en el anuncio, fueron designados por el entonces presidente Néstor Kirchner y su esposa y sucesora, la presidente Cristina Fernández de Kirchner, para reorganizar la entidad.
"En otro contexto, la disparidad fácilmente podría explicarse por diferencias metodológicas", dijo Fausto Spotorno, economista jefe de la firma de investigación Orlando Ferreres y Asociado, en una entrevista telefónica desde Buenos Aires. "Pero sumada al hecho de que tuvimos a los dos directores que siempre hemos tenido... es ahí donde se despiertan mis sospechas".
'Una nebulosa'
La portavoz del Ministerio de Economía de Argentina, Jesica Rey, no respondió un llamado telefónico ni un correo electrónico en el que se le pedían comentarios sobre la veracidad del nuevo índice.
Kicillof, el único funcionario que habló durante la reunión informativa, dedicó una hora a criticar las cifras de inflación y la metodología de los economistas privados antes de anunciar el número oficial.
"Nadie sabe qué productos miden y en qué empresas se los mide", señaló sobre los relevamientos privados. "Las cifras que publican surgen de una nebulosa".
Fernández dio a conocer el índice actual el 13 de febrero después de que Argentina el año pasado se convirtió en el primer país en recibir una moción de censura del Fondo Monetario Internacional por manipular los datos. La medida se dispuso después de que la presidente devaluara el peso un 19% en enero, más que nunca en doce años, para contribuir a frenar el desplome de las reservas de divisas que utiliza el gobierno para pagar deuda.
Sobre la base de los cálculos de los economistas privados publicados por los legisladores opositores, el costo de vida aumentó 34,9% en el año que terminó en febrero y aumentará 40% en el próximo. El gobierno no informa una cifra anual porque el índice es nuevo.
"Al parecer en el segundo mes ya hay dudas", declaró telefónicamente desde Buenos Aires José Luis Espert, que dirige la firma de investigación Espert Asociados.