BRUSELAS.- España se mantiene como el país de la UE que menos recauda por IVA (el 5,5% del PIB frente al 7,9% de media comunitaria), pese a las dos subidas de este gravamen aprobadas en 2010 y en 2012, y por impuestos medioambientales y es el penúltimo en ingresos por impuestos especiales, según un informe publicado este lunes por la Comisión Europea con datos de 2012.
El estudio se hace público cuando el Ejecutivo comunitario acaba de volver a pedir a España que suba el IVA y otros impuestos indirectos y que rebaje las cotizaciones sociales como receta para impulsar la creación de empleo. El Gobierno de Mariano Rajoy rechaza estas recomendaciones.
En 2012, la presión tributaria en España se situó en el 32,5% del PIB, cifra que le sitúa en el puesto 19 entre los 28 Estados miembros de la UE y siete puntos por debajo de la media comunitaria (39,4%).
Los ingresos fiscales en España alcanzaron un máximo del 37,1% en 2007, cerca del promedio de la UE, en plena burbuja inmobiliaria, pero con la crisis se desplomaron hasta el 30,7% en 2009. Desde 2010 han empezado a recuperarse, pero a ritmo muy lento.
La mayor parte de los ingresos fiscales en España provienen de impuestos al trabajo (el 53% de la recaudación total), seguidos del consumo (26,5%) y del capital (22,9%).
Por lo que se refiere al IVA, el tipo normal subió del 16% al 18% en 2010 y al 21% en 2012, pero los ingresos siguen siendo bajos. "La principal razón de la baja recaudación se debe al bajo consumo doméstico e importaciones", apunta el informe. De hecho, aunque la última subida del IVA empezó a aplicarse en septiembre de 2012, los ingresos ese año apenas aumentaron del 5,4% al 5,5% del PIB.
Por su parte, los ingresos por impuestos especiales se mantuvieron estables en 2011 y 2012 en el 2,2% del PIB (frente al 3,2% de media comunitaria), lo que sitúa a España como penúltimo país con menos recaudación por estos gravámenes.
El resultado es que España registra el menor tipo impositivo implícito, es decir la menor carga fiscal media, sobre el consumo de toda la UE (un 14% frente al 19,9% de media comunitaria), por detrás de Grecia (16,2%) y Eslovaquia (16,7%). Los países con más carga fiscal media sobre el consumo son Dinamarca (30,9%), Croacia (29,1%) y Luxemburgo (28,9%).
Entre Dinamarca y Lituania
En el conjunto de la UE, la carga fiscal varía significativamente entre los Estados miembros. La mayor presión se registra en Dinamarca (el 48,1% del PIB), Bélgica (45,4%), Francia (45%), Suecia (44,2%), Finlandia (44,1%), Italia (44%) y Austria (43,1%). En el extremo contrario se sitúan Lituania (27,2%), Bulgaria y Letonia (27,9%), Rumanía y Eslovaquia (28,3%) e Irlanda (28,7%).
Entre 2011 y 2012 se registraron incrementos de la presión fiscal superiores a un punto porcentual en Hungría (del 37,3% al 39,2%), Italia (del 42,4% al 44%), Grecia (del 32,4% al 33,7%), Francia (del 43,7% al 45%), Bélgica (del 44,2% al 45,4%) y Luxemburgo (del 38,2% al 39,3%). Los mayores descensos se registraron en Portugal (del 33,2% al 32,4%), Reino Unido (del 35,8% al 35,4%) y Eslovaquia (del 28,6% al 28,3%).