PARIS.- El grupo europeo Airbus y el francés Safran, que van a crear una filial conjunta que reúna sus actividades de lanzaderas espaciales, quieren integrar también el consorcio europeo Arianespace que gestiona y comercializa los cohetes Ariane.
Los presidentes de esas dos compañías, Tom Enders y Jean-Paul Herteman, respectivamente, avanzan sus intenciones en una entrevista publicada este martes por "Les Echos" en la que dan algún detalle suplementario sobre sus planes de fusión.
Enders confirmó su voluntad por integrar Arianespace, subrayó el interés por aportar su negocio de comercialización y las operaciones de lanzamiento "en una entidad global", y explicó que para eso habrá que discutir con sus otros accionistas.
También indicó que han empezado a discutir esta cuestión con los poderes públicos franceses que "son favorables", aunque puntualizó que no se contempla que el organismo estatal CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales), que también tiene una participación en Arianespace, sea accionista del nuevo conjunto que van a formar en los cohetes espaciales Airbus y Safran.
Herteman argumentó que aunque no excluyen a nadie y van a seguir trabajando "con las otras compañías europeas que tienen un papel esencial en Ariane", la iniciativa es de Airbus y Safran.
La unión tendrá una primera fase "de aquí a finales de año" en la que se unificará la gobernanza de los negocios que aporten las dos empresas, a la que seguirá la fusión de los activos industriales que "tomará un poco más de tiempo", precisó el presidente de Safran.
Interrogados sobre el futuro cohete Ariane-6 que deberá sustituir al Ariane-5 actualmente en servicio, Herteman contó que su propuesta a la Agencia Espacial Europea viene "dictada por la evolución del mercado".
"Queremos -afirmó- la lanzadera más flexible posible" y para eso se ha apostado por un cohete que permita lanzamientos dobles (dos satélites con la misma lanzadera) para la mayor parte de los contratos "a un precio muy competitivo", pero también la puesta en órbita de los nuevos satélites comerciales de cuatro toneladas y de la mayor parte de los satélites institucionales.
"Estamos convencidos de que con esta configuración y con la creación de nuestra empresa común, el desarrollo del Ariane-6 costará mucho menos de lo previsto", añadió Enders.