SANTIAGO.- La desaceleración económica y la incertidumbre que ha generado la tramitación de la reforma tributaria son dos principales factores que han incidido en que la venta de vehículos nuevos registrara una baja del 9,3% durante el primer semestre.
Es por esto que una parte importante de personas prefiere adquirir un auto usado, porque les permite endeudarse en montos más bajos respecto de lo que implicaría la compra de un vehículo nuevo, y a la vez, acceder a modelos de menor antigüedad.
Según un informe de la Cámara Nacional de Comercio Automotriz de Chile (Cavem), durante el primer semestre de este año se comercializaron 427.271 vehículos usados, representando un crecimiento del 8,7% respecto del mismo periodo de 2013.
"Históricamente los usados suben cuando los nuevos caen", comentó a
El Mercurio el presidente de Cavem, Carlos Dumay.
Además, estimó que este año cerraría con cerca de 800 mil vehículos livianos usados comercializados, superando los 765.107 del año pasado.
El gerente general de la concesionaria Piamonte, Raúl Dell’Oro, comentó que el aumento del precio del dólar hace ver más atractivos a los modelos usados que no son influenciados por ese factor a diferencia de los nuevos.
Según sus cálculos, las ventas en el mercado de usados se concentran entre los $4 millones a $12 millones.
Por su parte, el subgerente de ventas de Chevrolet Salfa, Alan Bolomey, los clientes buscan mejorar el equipamiento de sus vehículos cuando optan por adquirir un modelos de segunda mano. "En el escenario actual, donde ha habido incertidumbre, la gente posterga la compra de un auto nuevo y así se potencia la de usados. Se compensa la baja de las ventas", señaló.
