TOKIO.- La filial japonesa de McDonald's anunció hoy el retiro de todos sus productos que contienen carne de pollo producida en China, tras el escándalo de la carne podrida supuestamente suministrada por la compañía china Husi.
McDonald's Japón, una de las dos empresas japonesas que se vieron afectadas por el caso, sustituirá aquellos productos aviares de origen chino por otros procedentes de Tailandia con el objetivo de recuperar la confianza de sus consumidores, afirmó su presidenta, Sarah Casanova, en un comunicado.
Esta medida contrasta con la anunciada hoy por la filial china de la multinacional estadounidense, que dejará de comprar a la Compañía de Alimentación Husi de Shanghai, la planta donde supuestamente se procesaron productos en mal estado, pero no a Husi de Henan.
Así lo aseguró hoy la propia filial china de la compañía mediante un comunicado publicado en su cuenta oficial de la red social Weibo en el país, en el que anunció que suspenderá su actual contrato con la planta de Husi de Shanghai, y que comprará los mismos suministros a su compañía hermana Husi de la provincia de Henan.
Una decena de multinacionales de franquicias de comida rápida como McDonalds, KFC, Pizza Hut, Starbucks, Burger King, Papa Johns, 7-Eleven y la china Dicos, e incluso las filiales de McDonalds en Japón y en Hong Kong, se han visto afectadas por el escándalo y han retirado la carne comprada a Husi de sus puntos de venta.
En Japón, además de la filial de McDonald's se vio salpicado por el caso el operador nipón de tiendas 24 horas FamilyMart, que también canceló sus importaciones de pollo de la compañía china y retiró de sus establecimientos algunos de sus productos.
Las investigaciones iniciales de las autoridades shanghaineses indican que la empresa elaboraba de forma sistemática la producción y comercialización de productos cárnicos caducados, ya que hallaron más de 5.000 cajas de carne en ese estado almacenada en sus instalaciones.
Un reportaje de la televisión local Dragon TV, con cámara oculta y periodistas infiltrados, mostraba cómo el personal de Husi usaba conscientemente carne de pollo que llevaba cerca de medio mes caducada y cómo reprocesaba distintos productos hasta que lograban burlar los controles sanitarios.