Archivo El Mercurio
SAN SALVADOR.- Las sequías cada vez más frecuentes y los altos precios del petróleo obligan a Centroamérica a diversificar sus fuentes de energía renovable para atender la creciente demanda, según expertos.
Centroamérica, con distintos niveles entre sus países, tiene principalmente generación hidroeléctrica y térmica, y de otras fuentes en menor medida.
Pero las sequías, como ha ocurrido este año, están reduciendo el potencial hidroeléctrico en varios países, mientras se encarece la generación térmica, señalaron especialistas en el Primer Congreso Regional de Energía que se celebró esta semana en San Salvador.
"Tenemos un mal común" en Centroamérica, "que es un alto costo debido a un exceso de uso de petróleo caro y además la recurrencia de sequías", resumió el presidente del Consejo Director del Mercado Eléctrico Regional (CD-MER), el costarricense Teófilo de la Torre.
El MER gestiona el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC), un proyecto de la integración regional consistente en una línea de transmisión entre Guatemala y Panamá, que se prevé conectar con México y Colombia.
De la Torre instó a modificar prontamente la matriz energética, alejándose del petróleo y aumentando las energías renovables, como la eólica o la solar, o buscando el gas natural o la generación geotérmica, para enfrentar problemas futuros de suministro.
De hecho, expertos y empresarios coincidieron en que todos los países centroamericanos están impulsando nuevas inversiones públicas y privadas en energías renovables.
La factura petrolera centroamericana pasó de unos US$ 2.960 millones en el año 2000 a US$ 13.265 millones en 2011; alrededor del 20% se atribuye al sector eléctrico, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El crecimiento de la energía térmica en Centroamérica se dio en épocas de petróleo barato, refirió el responsable del sector energético de la Asociación Salvadoreña de Industriales, Juan Ceavega, cuyo gremio organizó el Congreso Regional de Energía.
"El precio del combustible era casi nada", pero "nadie sabía lo que iba a suceder" con su encarecimiento en los últimos años, dijo.
Ceavega comentó que otro factor que estimuló la energía térmica fue el tiempo, pues poner en funcionamiento una planta hidroeléctrica es cuatro veces más lo que tarda una térmica.
En 2012, el 51% de la electricidad de Centroamérica se generó con derivados del petróleo, el 42% con plantas hidroeléctricas, el 5% con geotermia y el 2% con infraestructura eólica, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La experta estadounidense Frances Colón destacó que, de la capacidad instalada de generación de "13.000 megavatios" que tiene Centroamérica, el 60% ya proviene de fuentes renovables y el 40% de combustibles fósiles.
La participación de fuentes no renovables está aumentando en la matriz energética centroamericana, subrayó Colón, asesora adjunta para Asuntos de Ciencia y Tecnología del secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry.
Costa Rica y Panamá encabezan el uso de fuentes renovables, con el 78% y el 60%, respectivamente, seguidos de Guatemala (55%), El Salvador (52%) y Nicaragua y Honduras, ambos con 44%, detalló Colón.
Asimismo, "los países con mayor participación hidroeléctrica en sus matrices nacionales son Costa Rica, con un 63%, y Panamá, con un 59%", resaltó Colón, quien refirió que, en general, el 42% de la capacidad instalada de energía en Centroamérica es de esta fuente.