BEIJING.- La inversión directa extranjera en China, sin contar el sector financiero, alcanzó los US$ 7.200 millones (5.560 millones de euros) en el mes de agosto, lo que supone una caída del 14% interanual, informó hoy el Ministro de Comercio.
Esta baja se produce después de la caída registrada en julio -del 17%-, la mayor en casi cinco años, recuerda la agencia oficial Xinhua, que asegura que los datos evidencian que los inversores se están mostrando más precavidos ante los signos de ralentización de la segunda economía mundial.
En los primeros ocho meses del año, las inversiones foráneas sumaron 78.340 dólares (60.547 millones de euros), un 1,8% menos que en el mismo periodo del año anterior.
Tras hacerse público estos datos, y preguntado por si el capital foráneo está abandonado China a un ritmo mayor, el portavoz del Ministerio de Comercio Shen Danyang afirmó que "actualmente, no hay datos que apoyen esta teoría".
"Estamos aún analizando las inversiones y los intercambios comerciales, y por el momento no han cambios anormales", señaló en rueda de prensa hoy en Pekín.
Las inversiones desde las principales economías mundiales en los primeros ocho meses del año cayeron: el 16,9% las provenientes desde EE.UU., el 17,9% las que llegan desde la Unión Europea y el 43,3% las de Japón.
Por el contrario, la inversión de China en el exterior por parte de empresas no financieras creció un 112,1% hasta los 12.620 millones de dólares (9.754 millones de euros) en agosto, de acuerdo a los datos del Ministerio.
Preguntado por las exportaciones, que siguen siendo uno de los principales motores de desarrollo para China a pesar de los cambios iniciados para que dejen de serlo, el portavoz del Ministerio de Comercio advirtió que ese indicador puede no ser capaz de mantener "un alto ritmo de crecimiento" a pesar de que la situación comercial del país "se está estabilizando".
Las exportaciones en China, líder mundial de ventas al exterior, aumentaron un 9,4% interanual en el mes de agosto, una cifra de acorde a lo previsto con los analistas, mientras que las importaciones continuaron en descenso con respecto al mes anterior.
El Gobierno chino se ha puesto como objetivo llegar a un 7,5% de crecimiento en 2014, una meta que se encuentra muy por debajo de las cifras de dobles dígitos a las que crecía hace unos años, pero con la que Beijing trata de pasar de un modelo basado en las exportaciones a otro basado en la demanda interna.