EDIMBURGO.- A dos días del referéndum, el mundo empresarial y el pequeño comercio de Escocia siguen divididos sobre los efectos que la independencia tendría en la economía y en sus negocios, algo que puede palparse en las calles de Edimburgo.
Mientras que grandes compañías británicas como la petrolera BP o Kingfisher, de bricolaje, alertan de los peligros de la secesión, y bancos como Lloyds y RBS han amenazado con trasladar a Londres sus sedes, más de 2.600 pequeñas y medianas empresas escocesas cantan los beneficios del autogobierno.
Business for Scotland, que agrupa a esos negocios independentistas, sostiene que la marcha del Reino Unido permitiría a la empresa escocesa tener más voz.
"Una Escocia independiente tendrá control sobre sus ingresos y poder de decisión en cuanto a inversiones, regulación y promoción de los bienes y servicios escoceses en el mundo", afirma el director de investigación de la asociación, Michael Gray.
Serkan Ginar, un turco-escocés que regenta una cafetería en el centro de Edimburgo, está de acuerdo en que un país más pequeño -Escocia tiene unos 5 millones de habitantes frente a más de 58 millones del Reino Unido- "puede manejarse mejor".
"Yo pienso con mentalidad empresarial: antes tenía seis comercios y me era más difícil controlarlos, ahora tengo uno y puedo centrarme en él y me va de maravilla", señala.
Las calles de la capital escocesa vibran estos días en anticipación de la histórica consulta, que genera gran debate entre amigos, colegas y familias, y que, según John Bowan, "causa verdaderas divisiones".
Bowan, de 60 años, tiene una tienda de té e infusiones y opina que la independencia será "fatal" para la economía y para su negocio.
Militante acérrimo del Partido Laborista británico y "contrario a todos los nacionalismos", afirma que "el voto independentista es un voto racista, básicamente antiinglés".
"Si sale la independencia, al día siguiente sin falta traslado mis cuentas bancarias a Inglaterra", declara a Efe este tendero, que califica de "viles traidores" al cerca del 40 % de votantes laboristas que, según las encuestas, se decantarán por la secesión.
Christopher Smyth, dueño de una tienda de tarjetas y decoraciones navideñas que luce una figura de la reina Isabel II en el escaparate como reclamo turístico, ha hecho cuentas y concluye que con la independencia saldrá perdiendo.
"El pequeño comercio hoy en día subsiste gracias a varias fuentes de ingresos y yo dependo en un 50% de las ventas por internet. Con la independencia aumentaría el costo de enviar productos por correo al resto del Reino Unido y mi mercado inmediato también se reduciría", explica.
Frente a la división de opiniones y argumentos contrapuestos, hay también empresarios y comerciantes que ya tienen claro cómo beneficiarse pase lo que pase.
Es el caso de la excéntrica tienda de curiosidades y objetos de regalo "Museum Context", que vende "Pasaportes escoceses" por una libra esterlina, "válidos a partir del 19 de septiembre".