SANTIAGO.- Un nuevo concepto se está desarrollando hace un par de años en el mercado inmobiliario nacional. Se trata de las viviendas "todo incluido" o full equipadas, donde el comprador puede cambiarse y disfrutar de su casa desde el primer día.
En concreto, esta nueva modalidad incluye elementos como la calefacción, termopaneles en ventanas, terraza, jardín, quincho, estacionamiento techado y piscina, según las necesidades del cliente.
"El hecho de que una casa venga full equipada, permite mantener la línea arquitectónica de ésta y ahorra al dueño la ingrata tarea de tener que supervisar de manera constante las terminaciones de la construcción", señala José Velasco, gerente de proyectos en Socovesa Santiago.
"Además, tiene la ventaja de que, como estas instalaciones normalmente se tienen que hacer sí o sí, se puede incorporar en el costo total de la nueva casa, por lo que se paga dentro del dividendo. Esto evita tener que seguir desembolsando dinero dentro del proceso de compra de una nueva vivienda", complementa el jefe de estudios de Portalinmobiliario.com, Nicolás Izquierdo.
¿Cuánto cuestan?
De acuerdo a Socovesa y la sala de ventas de Inmobiliaria Manquehue, las casas "todo incluido" tienen un valor que va desde las UF 8.000 (alrededor de $200 millones) hasta las UF 14.000 (en torno a los $350 millones) aproximadamente.
"Una casa con todos estas obras adicionales tiene, obviamente, un mayor valor en relación a las viviendas que no cuentan con ningún equipamiento. Pero la ventaja es que este mayor valor se incluye en el crédito hipotecario de la vivienda, y, además, al ser construida íntegramente por la misma inmobiliaria, cuenta con garantía y servicio de postventa", sostiene Valeria Gori, gerente de marketing de Inmobiliaria Manquehue.
Este tipo de casas, que se ubican principalmente en comunas como La Florida, Peñalolén, Lo Barnechea y Colina (Chicureo), son habitadas por "familias con buena situación económica (la mayoría con niños) y con gusto por la vida al aire libre", comenta José Velasco.
Agrega que "sin duda, es un mercado en crecimiento, ya que el consumidor cada vez quiere intervenir lo menos posible en la construcción de su casa nueva".
Aún así, Tomás Cartagena, director ejecutivo de Best Place to Live dice que el concepto "todo incluido" si bien partió hace muchos años en Chile, no es masivo, ya que sólo algunas constructoras e inmobiliarias se han atrevido a implementarla.
"Es un arma de doble filo. Si entregas la casa con pasto y este se seca, ¿vas a llamar a postventa? Por eso la inmobiliaria tiene que estar muy segura de los procesos que está entregando y de las cosas que está equipando adicionales", opina Cartagena.
"Otra cosa que hay que tener en cuenta es que normalmente lo que se ofrece en este servicio tiene características que están estandarizadas, por lo que limita las posibilidades de diseñar el jardín, piscina o terminaciones a gusto del cliente", advierte Nicolás Izquierdo.