BRUSELAS.- Los sindicatos belgas esperan paralizar mañana la actividad económica y el transporte del país con una huelga general en protesta por las medidas acordadas por el nuevo Ejecutivo liberal, como el retraso de la edad de jubilación.
"Con esta acción, los sindicatos denunciarán el acuerdo del Gobierno federal, profundamente injusto", dijo el secretario general del sindicato mayoritario FGTB, Marc Goblet.
Se trata de la segunda gran huelga que vivirá el país desde el 24 de noviembre en protesta por las medidas del primer ministro, el liberal Charles Michel, que ha emprendido reformas para impulsar la economía que han ido más allá de lo aprobado en plena crisis por el anterior jefe de Gobierno, el socialista Elio Di Rupo.
El sector de los transportes jugará un papel clave en la huelga para paralizar la actividad en todo el país, hasta el punto de que el espacio aéreo belga estará cerrado durante 24 horas a partir de las 22:00 horas de Bélgica de hoy.
Igualmente, se paralizarán los transportes públicos y los piquetes intentaran cerrar todos los accesos a las principales ciudades del país por carretera.
También habrá protestas sindicales en las zonas industriales para impedir su actividad durante la jornada.
El paro repercutirá a la conexión con de Bruselas con París y Londres, pues no circularán los trenes de alta velocidad Thalys y Eurostar.
La aerolínea belga Brussels Airlines denunció que la anulación de sus vuelos el lunes traerá consigo pérdidas de alrededor de 5 millones de euros a la compañía.
Otras aerolíneas como Jetarifly o Thomas Cook han decidido operar, pero derivar sus vuelos a los aeropuertos extranjeros más cercanos en Francia y Holanda: Lille, Maastricht y Schipol.
También las administraciones y empresas públicas sufrirán el parón.
La mayoría de niños se quedarán en casa pues las escuelas no pueden garantizar las clases en la mayoría de casos.
El personal del Parlamento Europeo, que debía desplazarse este lunes de Bruselas a Estrasburgo (Francia) para la sesión plenaria, deberá adelantar a este domingo o retrasar al martes su viaje y el del material que cada mes se traslada de sede para el pleno.
Algunos líderes políticos como el presidente de la N-VA, Bart de Weber, han criticado la huelga, que considera "irresponsable" y llevada a cabo por "unos sindicatos que llevarán a la destrucción económica" y que son, a su juicio, "el brazo del partido socialista".