MOSCÚ.-La moneda rusa, el rublo, volvió a desplomarse este martes ante la sostenida caída de los precios del petróleo y llegó a transarse en la Bolsa de Moscú por encima de las 64 unidades por cada dólar estadounidense.
Con todo el país concentrado en las festividades de cambio de año y que se prolongan hasta el próximo 12 de enero, el Banco Central de Rusia mantiene invariable la cotización oficial de la moneda nacional, fijada el pasado 30 de diciembre en 56,23 rublos por dólar.
Tras la apertura ayer de los mercados bursátiles, el rublo ha llegado registrar una depreciación cercana al 15% en relación a su última cotización oficial, presionado por el precio del petróleo Brent, que ha llegado a situarse hoy por debajo de los US$52 por barril en el parqué londinense.
Con la marca alcanzada hoy en la paridad entre el rublo y el dólar, la moneda rusa ha perdido prácticamente el 50% de su valor desde el 1 de enero de 2014, cuando se cambiaba a razón de 32,6 rublos por cada "billete verde".
Igualmente, el petróleo Brent, de referencia para calcular el precio del crudo ruso de la marca Urals, acumula ya una baja cercana también al 50% desde que su precio empezó a caer en 2014.
La divisa rusa lleva más de dos meses sometida a diversas y duras presiones que han sumido su cotización internacional en una fuerte inestabilidad, con caídas y ascensos vertiginosos que hacen imposible calcular su verdadero valor actual.
El pasado 16 de diciembre, en una jornada que algunos han bautizado como el "martes negro", el rublo perdió el 25% de su valor y alcanzó marcas históricas negativas en su cotización ante el dólar y el euro.
Aunque desde entonces y hasta ayer había logrado recuperar la mayor parte de su depreciación de diciembre, apoyado entre otras cosas por las intervenciones del Banco Central y del Ministerio de Finanzas de Rusia, afronta el nuevo año en medio de una incertidumbre reconocida tanto por los expertos como el Gobierno.
Además de la caída de los precios del petróleo, las sanciones de Occidente a Moscú por la crisis de Ucrania y la mala situación económica de Rusia han contribuido en los últimos meses a aumentar la depreciación de la moneda rusa.