PARÍS.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) señaló hoy que el hundimiento del precio del petróleo, un 60% desde el peak alcanzado en junio pasado, va a tener este año un impacto en especial sobre algunos productores que habrán de reducir sus expectativas, pero no va a estimular la demanda global.
En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE reconoció que la recuperación del precio del barril puede no ser inminente, pero considera que hay crecientes signos de un cambio de tendencia.
El principal viene del lado de la oferta, con un recorte (de 350.000 barriles diarios respecto a lo estimado en diciembre) de las previsiones de progresión de los productores que no pertenecen a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En total, los países que no pertenecen al cártel petrolero sacarán al mercado una media de 57,5 millones de barriles diarios en 2015, lo que significa un millón más que en 2014, pero menos de lo que habían programado, sobre todo en Colombia (175.000 barriles diarios menos), Canadá (95.000), Estados Unidos (80.000) y Rusia (30.000).
Pese a todo, las extracciones en Estados Unidos (sobre todo en pozos no convencionales) van a subir este año en 850.000 barriles diarios y en Canadá en 220.000 barriles.
Por lo que respecta a la OPEP, su producción aumentó en 80.000 barriles en diciembre hasta 30,48 millones de barriles diarios, en particular por las aportaciones de Irak, que han llegado a máximos que no se habían alcanzado en los últimos 35 años.
Eso permitió compensar la pérdida de 250.000 barriles diarios de Libia, que a causa del conflicto armado que vive el país tiene varias terminales de exportación inhabilitadas.
La AIE considera que uno de los elementos que ha contribuido al descalabro de los precios es la posición de Arabia Saudita y de otros países del Golfo Pérsico, de mantenerse firmes y no recortar el objetivo de la OPEP de 30 millones de barriles para mantener su cuota de mercado.
Para probarlo, alude a las declaraciones del ministro saudí del Petróleo, Ali al Naimi, que asume que el barril "tal vez" no volverá a cotizar a 100 dólares.
Otro factor que ha pesado en el descalabro del barril es la apreciación del dólar frente a otras divisas, que mecánicamente tiene un efecto de encarecimiento de las compras de crudo para los que no utilizan la moneda estadounidense.
En cualquier caso, la agencia no parece constatar señales de que el abaratamiento del petróleo vaya a estimular un mayor consumo del esperado, y por eso mantiene sin cambios sus previsiones de una demanda global de 93,3 millones de barriles diarios en 2015.
Eso supone un alza de 900.000 barriles diarios respecto al pasado ejercicio, del 1 %. Es un alza superior al 0,7 % registrada en 2014 (la más baja de los últimos cinco años).
De acuerdo con el análisis de este organismo que reúne a los principales países consumidores de energía del mundo desarrollado, los precios bajos de los carburantes -salvo en el caso de Estados Unidos, y sólo con carácter temporal- no han propulsado el consumo a causa de la debilidad del crecimiento económico.
En su escenario, la demanda en Europa este ejercicio volverá a reducirse, aunque a un ritmo inferior: pasará de 14,1 a 14 millones de barriles diarios.
La AIE, aunque anticipa una inflexión en el descenso del petróleo por el reequilibrio del mercado, advierte de que eso no significa que la situación vuelva a la situación precedente, y que el mercado ha dado un giro "histórico".
La razón es que la OPEP desde noviembre ha cambiado el que había sido su papel tradicional de marcarse un objetivo de precios al "abrazar las fuerzas del mercado", pero también que los yacimientos no convencionales están transformando el paisaje de la producción.