CARACAS.- El Gobierno de Venezuela ejecutó hoy la ocupación temporal de la cadena de supermercados Día a Día por supuestos delitos de acaparamiento luego de que el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro ordenara tomar las tiendas y detener a los propietarios por ser parte de una "guerra alimentaria".
Durante una inspección la madrugada del martes, encabezada por el presidente del parlamento venezolano Diosdado Cabello y el ministro de Seguimiento, Carlos Osorio, a los depósitos de la red de supermercados, las autoridades afirmaron que la empresa almacenaba productos que son escasos en el mercado venezolano.
"Pueden apreciar la cantidad de alimentos que hay aquí depositados, más de 2.500 toneladas de alimentos y de productos (...) en la inspección que hemos hecho hemos visto productos que teníamos tiempo que no veíamos en otro sitio", dijo Cabello a periodistas desde el almacén de la cadena de tiendas en Caracas.
Como parte de las investigaciones, Cabello informó que el propietario de las más de 30 tiendas se encuentra "en un proceso de investigación, sometido a un interrogatorio por los organismos de seguridad".
"Nosotros no perseguimos a nadie, nosotros no desaparecemos a nadie, nosotros no asesinamos a nadie, qué es lo que podemos usar, la ley, y la ley es dura pero es la ley", agregó el parlamentario venezolano.
El operativo de la cadena de supermercados fue ordenado ayer por el presidente Maduro en el marco de lo que llamó "la operación Sucre", una arremetida contra quienes asegura son la "punta de lanza de la conspiración" económica en su contra.
La ocupación de la cadena de supermercado y la red de farmacias venezolanas se realiza en un momento en el que el país petrolero experimenta frecuentes ciclos de escasez en varias áreas de consumo pero principalmente de alimentos y productos de higiene personal.
La crisis de escasez y desabastecimiento ha provocado largas colas de personas que se agolpan en las puertas de las tiendas desde la madrugada para poder comprar los artículos, muchos de ellos en cantidades racionadas por persona.
Los comerciantes atribuyen la crisis a los problemas de asignación de divisas para la importación de productos y materias primas, mientras que el Gobierno responsabiliza a los empresarios de generar una "percepción" de escasez para "irritar" a los venezolanos como parte de una "guerra económica" que tiene como fin último su derrocamiento.