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LISBOA.- La Asociación de Indignados y Afectados del Papel Comercial del colapsado Banco Espírito Santo (BES) pedirá una reunión con la ministra de Finanzas de Portugal, Maria Luís Albuquerque, para que les sea devuelto el dinero invertido.
En un comunicado, la Asociación de Afectados decidió pedir esta semana una audiencia con Albuquerque después de haberse reunido con el Banco de Portugal (BdP), el órgano responsable de dividir el BES en una parte saludable -reflotada con un crédito público de 3.900 millones y bautizada como Novo Banco- y en otra tóxica.
A pesar de agradecer la disponibilidad del banco central, los clientes afectados aseguraron que los resultados de la misma fueron "insuficientes" y no cumplieron con las "responsabilidades objetivas y subjetivas" del BdP en el proceso.
El BdP dijo en un comunicado el pasado viernes que Novo Banco difícilmente podría responsabilizarse del reembolso de los inversores en papel -o deuda a corto plazo- del Grupo Espírito Santo.
Sin embargo, la asociación (ILPC, por sus siglas en portugués) ha denunciado que las autoridades cambiaron de criterio, ya que el pasado agosto, cuando se escindió el banco, se habían comprometido a devolverles su inversión.
La ILPC ha aseverado también que el antiguo BES les engañó, pues supuestamente los clientes adquirieron papel comercial camuflado como una inversión de bajo riesgo.
A pesar de resaltar su vocación para el diálogo, la ILPC avisó de que no renunciará "a todas las formas de lucha y de protesta mientras no vean todos sus derechos debidamente reconocidos y garantizados".
Este grupo y otros clientes del antiguo BES han celebrado tres protestas en el último mes, dos en Lisboa y otra en Oporto.
Algunos clientes han llegado a encadenarse dentro del banco gritando reivindicaciones como "queremos nuestro dinero", "queremos nuestros ahorros" y "no salgo de aquí sin mi dinero".
No solo los suscriptores de papel comercial han perdido lo invertido, pues los accionistas del antiguo BES, tanto los pequeños como los grandes, tampoco verán reembolsado su dinero.
Muchos de estos clientes ya han iniciado una ardua batalla legal que implica procesar al Banco de Portugal, auditores y a otras autoridades.
La decisión del BdP de dividir el BES en una parte saludable, Novo Banco, y otra tóxica, que mantiene las siglas BES, es la más contestada entre los clientes.
Actualmente, el Novo Banco está en una fase preliminar de venta por la que hasta 17 entidades ya mostraron su interés para ser potenciales compradores.
El Novo Banco, que emplea a unos 7.000 trabajadores, es el tercer mayor banco portugués con activos de unos 72.000 millones de euros, apenas por detrás del estatal Caixa Geral de Depósitos y del Banco Comercial Portugués (BCP, participado por el Sabadell).
