ATENAS.- El Gobierno de Alexis Tsipras ha decidido que el acuerdo alcanzado con el Eurogrupo para la prórroga del programa de ayuda financiera a Grecia y ratificado por varios parlamentos extranjeros será debatido en la Cámara helena pero no sometido a votación.
El portavoz del Gobierno, Gavriil Sakelaridis, afirmó que la decisión se ha tomado porque "se trata simplemente de la extensión de un crédito ya existente" y no de uno nuevo.
"No intentamos evitar una votación por miedo a reacciones internas", dijo Sakelaridis en declaraciones a la radio Real FM, en alusión a las críticas que ha habido dentro del partido gubernamental Syriza al acuerdo alcanzado con el Eurogrupo.
Fuentes gubernamentales señalaron que no existe ninguna obligación legal de someter esta prórroga a votación, y añadieron que pese a ello el primer ministro quiere debatirlo en sede parlamentaria para dar la posibilidad a todos los grupos a formular preguntas y obtener respuestas.
Las mismas fuentes recalcaron que el acuerdo que Grecia negocie en junio, una vez que expire la prórroga actual, sí será sometido a la votación del Parlamento.
El compromiso alcanzado en el Eurogrupo ha suscitado un aluvión de críticas en el seno de Syriza.
La primera fue la del emblemático eurodiputado Manolis Glezos, que escribió en un blog que "el cambio de nombre de la 'troika' a 'instituciones', el del 'memorando' por 'acuerdo' y el de 'prestamistas' por 'socios' no cambia la realidad anterior".
También Yanis Miliós, el jefe económico del partido y uno de los principales autores del denominado Programa de Salónica, la base del programa gubernamental, acusó a su equipo de "mala preparación", de haber aplicado "tácticas contradictorias" y de estar "más interesados en la forma que en el fondo".
Tras un primer acalorado debate que duró once horas el pasado jueves, el tema se discutió este fin de semana en el comité central, donde la plataforma izquierdista en torno al ministro de Reconstrucción Productiva, Panayotis Lafazanis, presentó una moción en la que se exigía al Gobierno mantener sus compromisos electorales, independientemente del acuerdo con los socios europeos.
La enmienda fue rechazada por 92 votos, pero obtuvo el respaldo de 68 miembros y cinco votos en blanco, lo que demuestra el descontento generalizado en el partido con la línea seguida por el equipo de Tsipras en esta cuestión.