RIAD.- Los bancos saudíes invirtieron en el extranjero una cifra récord de 43.900 millones de dólares durante el año 2014, un 24 por ciento más que en 2013, informó hoy el periódico económico de Arabia Saudí Al Iqtisadiya.
Según Al Iqtisadya, estas inversiones suponen el 10,7 por ciento de los depósitos de los bancos saudíes, el 7,8 del total de sus activos y el 66 por ciento de sus activos extranjeros.
Las inversiones en el extranjero de las entidades financieras del reino ultraconservador se han multiplicado casi por cuatro en poco más de una década, pasando de los 11.440 millones de dólares en 1993, hasta los actuales 43.900 millones.
En 2013, estas inversiones se situaron en los 35.300 millones de dólares.
El rotativo saudí explica que esta estrategia financiera responde al interés de los bancos por diversificar sus ingresos y su base de liquidez, así como por aumentar tanto sus reservas en divisas como los beneficios de los depósitos de sus clientes.
Por otra parte, el ministro saudí de Finanzas, Ibrahim Asaf, citado por Al Iqtisadya, aseguró que Arabia Saudí sigue cumpliendo con su plan de atraer inversiones locales y extranjeras, a pesar de la caída de los precios de crudo.
"Pese a que la caída de los precios del petróleo han afectado a los ingresos del reino saudí, su economía sigue creciendo gracias a los planes y programas de inversión que tiene el Gobierno, junto con los esfuerzos desplegados del sector privado", apuntó Asaf.
El pasado 12 de enero los precios internacionales del petróleo tuvieron una fuerte caída, cercana al 5 %, y alcanzaron los niveles de hace casi seis años, en medio de nuevas señales que anticipan descensos aún mayores en el valor del crudo.
Los precios internacionales del crudo comenzaron a caer de una forma pronunciada a fines de septiembre pasado y el desplome se agudizó después de una reunión que celebró el pasado 27 de noviembre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En esa reunión la OPEP decidió mantener su producción en los actuales niveles, unos 30 millones de barriles diarios, a pesar de que algunos miembros, como Venezuela, estaban pidiendo una reducción para frenar la caída de los precios los precios internacionales del crudo.