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Santiago: Sábado 23 de noviembre del 2024 | Actualizado 02:07
SANTIAGO.- Ayer finalizaron los alegatos del llamado caso Pollos ante la Corte Suprema, por lo que ahora solo resta esperar.
Las empresas pidieron al máximo tribunal revertir el fallo del TDLC, que sancionó a Agrosuper, Ariztía y Don Pollo por coludirse al amparo de su asociación gremial, APA. La causa quedó en acuerdo y ahora la corte podría tardar hasta más de cuatro meses en dar a conocer la sentencia.
Si el miércoles expuso Ariztía y el gremio, ayer le correspondió abrir los fuegos a Agrosuper. El abogado de la avícola, Roberto Fasani, aseguró que la resolución del TDLC presenta vicios, en cuanto a que no se acreditan los hechos basales; no considera los cambios de normativa en libre competencia que hubo en el tiempo que duró el supuesto acuerdo -1994 a 2011- y, además, no toma en cuenta gran parte de la prueba presentada por la compañía.
Además puntualizó que la resolución atenta contra el debido proceso. El experto pidió que si no se revoca el fallo, al menos se reduzca la multa.
Después fue el turno del abogado de Don Pollo, Enrique Barros. El representante de la firma se centró en la baja participación de mercado que tiene su cliente y su consiguiente incapacidad de interferir en el mercado.
Añadió que si la multa pedida por el TDLC (20 mil UTA) se aplica, Don Pollo estará en riesgo de quiebra. Dado ello, la sanción económica carecería de proporcionalidad.
Cerró el debate el fiscal nacional económico, Felipe Irarrázabal. El abogado centró su análisis en los e - mails que acreditarían la colusión, tildando a los ejecutivos de las empresas de tener mala memoria. Puntualizó que la cuota de mercado de Don Pollo no es importante, puesto que es justamente el cartel el que otorga el poder, por lo cual sería esta compañía la más beneficiada. Pidió, de hecho, subirle la multa a esta firma.
