SHANGHAI.- El Salón Internacional del Automóvil de Shanghai (Auto Shanghai 2015) inició hoy su decimosexta edición con la aspiración de convertirse en la nueva gran cita mundial del motor y también con la novedad de que no hay modelos femeninas.
Junto a las presentaciones mundiales y un énfasis en los todoterrenos y los vehículos eléctricos e híbridos, esta edición está marcada por ser la primera en que los expositores tienen prohibido exhibir modelos junto a sus vehículos, pues las autoridades censoras chinas quieren evitar el revuelo, en la feria y en internet, que su presencia solía causar.
El hecho de que el salón (que concluye el próximo día 29) se organice en el mayor mercado mundial del sector, que sigue creciendo a pesar de la ralentización de la economía nacional, junto con la apuesta china por los vehículos cada vez más ecológicos, están acabando de convertir a Shanghai en un referente mundial.
"El Salón del Automóvil de China ya es el más importante del mundo ahora mismo, y lo digo de manera enfática: el más importante del mundo", aseguró Phil Murtaugh, presidente ejecutivo de la firma china Qoros, y antiguo artífice del exitoso posicionamiento de General Motors en China (que encabezó de 1996 a 2005).
Para Murtaugh, uno de los directivos del sector que mejor conoce la industria automovilística en el gigante asiático, "este es el único salón en todo el mundo en el que todos y cada uno de los fabricantes de todo el planeta están presentes".
Necesitada de más espacio, la feria llega este año al flamante Centro Nacional de Exhibiciones y Convenciones de Shanghái, uno de los complejos de este tipo más grandes del mundo, que alberga a su primer gran evento mundial, y que aún así está casi totalmente lleno.
El nuevo recinto tiene más de 350.000 metros cuadrados (frente a los 280.000 de Auto Shanghai 2013) y acoge a más de 2.000 firmas expositoras (entre fabricantes de vehículos y de componentes), con la cobertura esperada de más de 10.000 periodistas y la presentación de numerosas novedades a nivel mundial o nacional.
Las novedades, como el Ford Taurus, son prueba de que Shanghái, con su influencia para el mercado asiático y como escenario planetario, empieza a pesar tanto en la balanza de cada vez más fabricantes como los salones de Detroit, Fráncfort o Ginebra.
De ellos, 16 son nuevos modelos de todoterreno (como el Dongfeng AX3 o Haval H6 Coupé), el segmento cuyas ventas más rápidamente crecen actualmente en China: un 48,8% interanual en el primer trimestre de 2015, según la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China (CAAM).