EFE
LONDRES.- El Reino Unido cayó en deflación por primera vez desde 1960. Si bien el Gobierno considera que, lejos de reflejar una depresión de la economía, es un fenómeno temporal que revertirá antes de finales de año.
La inflación interanual británica cayó en abril al -0,1%, lo que supone un debut en terreno negativo desde que empezaron a llevarse registros en 1996 y, en términos comparativos, desde 1960, según indicó hoy la Oficina nacional de estadísticas (ONS).
Tras dos meses consecutivos en un 0%, el índice de precios al consumo (IPC) continuó su descenso presionado por el abaratamiento del coste del transporte aéreo y marítimo, con mayor incidencia por ser abril el mes en que se celebraron los festivos de Semana Santa.
En meses anteriores, la inflación presentó una clara tendencia a la baja, hasta llegar al 0%, debido principalmente al descenso del precio del petróleo y los alimentos, que los analistas perciben sin embargo como algo temporal.
El ministro de Economía, George Osborne, destacó que la caída del IPC "es positiva para el presupuesto familiar" y subrayó que no debe verse como "una deflación perjudicial", sino como algo beneficioso "en un momento en que los sueldos suben, el desempleo baja y la economía crece".
"Por supuesto, debemos mantenernos alerta a los riesgos deflacionarios y nuestro sistema está preparado para hacerles frente si surgen", afirmó el ministro conservador, que instó a las familias a aprovechar los precios bajos.
La caída de la inflación a terreno negativo se ajusta a las predicciones del Gobierno y del Banco de Inglaterra, que ha estimado que el IPC se mantendrá por debajo de cero o algo por encima durante la mayor parte del año, si bien se espera que repunte hacia finales del ejercicio.
Aunque la deflación, si se hace crónica, perjudica el crecimiento económico, por la caída de la confianza del consumidor y el aumento del coste de la deuda, si aparece en periodos cortos puede incentivar el gasto.
En el Reino Unido, el consumo y el sector de los servicios son en actualmente el motor de la economía, mientras que la producción industrial y la exportación se mantienen bajas.
Este periodo deflacionario, que coincide con una inflación del 0 % en la UE, hace menos probable un incremento a corto plazo de los tipos de interés, que están en el mínimo histórico del 0,5 % desde marzo de 2009, como estímulo para la economía.
La última vez que el Reino Unido vivió un periodo de deflación, calculado en el -0,6%, fue en marzo de 1960, durante el Gobierno del primer ministro conservador Harold Macmillan, que presidió una época de recuperación económica con un aumento de la inversión pública para fomentar la demanda.