TOKIO.- La economía de Japón creció a su ritmo más acelerado en un año, debido a un aumento de la inversión empresarial, pero la acumulación de inventarios en las fábricas implica un desafío potencial para las autoridades que buscan terminar con años de deflación.
En el primer trimestre del año, el PIB se expandió 0,6%, en comparación con el periodo anterior, superando las expectativas de los economistas consultados por Reuter. Con esto, suma el segundo trimestre consecutivo al alza.
En términos anuales, la tercera economía más grande del mundo se expandió a una tasa de 2,4%, superando la mediana pronosticada de un alza de un 1,5% y un crecimiento revisado entre octubre y diciembre de 1,1%, según mostraron el miércoles datos del Gobierno.
Este resultado excedió un alza anualizada de un 0,2% en Estados Unidos y un crecimiento de un 1,6% en la zona euro, una señal de que Japón está saliendo con firmeza de la recesión del año pasado.
Tras conocerse este dato, el índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró en un máximo de 15 años el miércoles, al subir 0,9% a 20.196,56 puntos.
Sin embargo, el ritmo aún sigue siendo débil para los economistas. "El número del crecimiento puede parecer bueno en la superficie, pero no hay mucho que celebrar al respecto", dijo Yoshiki Shinke, economista jefe de Dai-ichi Life Research Institute.
El consumo privado, la inversión y las exportaciones aumentaron, aunque a un ritmo débil, dejando a Tokio con más trabajo por hacer dos años después de que un programa de estímulo monetario radical no rindiera los frutos esperados.
Pero los inventarios fueron el factor que más contribuyó al crecimiento, sumando 0,5 puntos porcentuales frente a 0,4 puntos ganados por aumento en componentes de la demanda doméstica como gasto en capital, consumo e inversión.
"Cuando se excluye la contribución de las existencias, la economía creció un magro 0,7% en base anualizada", dijo Takeshi Minami, economista jefe de Norinchukin Research Institute, advirtiendo nuevamente sobre los riesgos de ser demasiado optimista respecto de la estadística del PIB.
De hecho, Shinke dijo que existe el peligro de que los inventarios puedan frenar el crecimiento en el segundo trimestre y mantener cualquier expansión económica en niveles modestos.
El incremento en la inversión empresarial es considerado vital para alentar el crecimiento económico sostenido y la inflación, por lo que las últimas cifras darían cierto alivio a los diseñadores de políticas en Japón.
No obstante, los signos mixtos de los datos destacan el dilema a largo plazo que enfrenta las autoridades que luchan por reflotar la economía japonesa tras casi dos décadas de deflación.