UE y Ucrania firman memorando para empezar entrega de ayuda de 1.800 millones

RIGA.- La Unión Europea (UE) y Ucrania firmaron hoy un memorando de entendimiento para desembolsar parte de la última ayuda macrofinanciera aprobada por el bloque comunitario para asistir a Kiev a acometer reformas económicas mientras el país sigue afectado por la crisis de los separatistas en las regiones del este.

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) para el Euro y el Diálogo Social, Valdis Dombrovskis, firmó el documento junto con la ministra ucraniana de Finanzas, Natalie Jaresko, y la gobernadora del Banco Central de ese país, Valeria Gontareva.

A la firma, que tuvo lugar durante la cumbre entre la UE y seis países exsoviéticos que concluye hoy en Riga, asistió también el presidente ucraniano, Petró Poroshenko.

El primer pago, un tramo de 600 millones, se hará "tan pronto como el memorando entre en vigor tras la ratificación por parte del Parlamento ucraniano", explicó Dombrovskis en un comunicado.

"Éste es el mayor programa de ayuda macrofinanciera jamás comprometido con un país de fuera de la UE", destacó Dombrovskis a la prensa tras la firma del documento, sobre el que dijo que "reforzará la economía de Ucrania y los lazos con la UE".

Jaresko reconoció que "todavía hay mucho trabajo que hacer", una "tarea hercúlea" que debe afrontar su país y para la que "sólo" tendrán "éxito con el apoyo de la UE y otros socios".

Gontareva aseguró que Ucrania "está comprometida con todas las obligaciones que contiene este memorando de entendimiento", y añadió: "No tenemos dudas de que se cumplirán".

Esta ayuda financiera adicional fue aprobada en abril por el Parlamento Europeo (PE) y los países de la Unión, y se suma a los 1.360 millones de euros desembolsados en 2014.

Éste será el tercer programa de asistencia macrofinanciera (MFA, en sus siglas en inglés) para Ucrania desde 2010 y ascienden a 3.410 millones de euros.

La asistencia de la UE pretende ayudar a Kiev a poner en marcha las reformas con las que se ha comprometido a modernizar el país y supone un respaldo ante la crisis abierta con los separatistas prorrusos que controlan regiones del este del país.