CARACAS.- La "revuelta de los dos Pedros" no ha alterado hasta el momento los cuarteles en Venezuela, al no evidenciarse el amplio apoyo entre los militares que aseguraban tener el coronel Pedro Soto y el capitán Pedro Flores, a la hora de su rendición este lunes.
"La situación es absolutamente normal en todas las guarniciones del país (...) las fuerzas armadas no caerán en las provocaciones (...), y se mantienen fieles a su juramento de lealtad" para con sus instituciones, afirmó pasado el mediodía de este lunes el Ministerio de Defensa en un comunicado.
El único en apoyar la rebelión contra el Presidente Hugo Chávez del coronel del aire Pedro Soto, el capitán Flores, de la militarizada Guardia Nacional, ha sido puesto en libertad el lunes después que se presentó esta misma jornada frente a sus jefes.
Ningún movimiento de tropas ni de blindados se ha producido en el corazón de las 23 provincias, después que Soto pidió el jueves desde un exclusivo sector del este de Caracas la renuncia del jefe de Estado, a quien considera "no democrático".
El capitán Flores, quien apoyó desde la noche del jueves al coronel Soto, salió libre de su comando en la tarde y será investigado en libertad, anunció su comandante, el general Francisco Belisario Landis.
El coronel Soto era aún atendido por sus superiores a las 16.00 locales (20.00 GMT) en Caracas. "La Guardia Nacional jamás apoyaría un golpe de Estado militar", recalcó Belisario Landis después de anunciar su decisión de clemencia.
El general en jefe, Lucas Rincón, inspector general y el militar de mayor rango con mando de tropas en las fuerzas armadas -de las cuales Chávez es comandante en jefe según la Constitución-, calificó el jueves la iniciativa de Soto de "hecho aislado", y desmintió que exista un "descontento" en la tropa contra el jefe de Estado.
El apoyo popular al coronel rebelde que virtualmente se apagó con la entrada el sábado en Venezuela de los cuatro días de carnaval, retornó el lunes con la presencia de cientos de sus partidarios cuando Soto se presentó al aeropuerto urbano caraqueño "La Carlota", donde opera la base aérea capitalina.
El golpe teatral del coronel, aumentado por el apoyo del capitán, no ha sido, sin embargo, mancha de aceite en las guarniciones, al menos de manera visible, en despecho de los "dos Pedro", como los llama la prensa.
"Los oficiales que me apoyan son numerosos, y los apoyos vienen también de la tropa, de suboficiales, lo mismo que generales", afirmó el coronel Soto antes de penetrar en la base militar de "La Carlota".
La "gran mayoría" de las Fuerzas armadas "comparten mi opinión", declaró la víspera el capitán Flores al diario "El Universal", al que dijo "esperar otros respaldos en las próximas horas" de sus compañeros de armas, sin precisar sus nombres.
La ausencia de mayores problemas en las fuerzas armadas no excluye, empero, la hipótesis de una crisis de Estado, dado que el Presidente Hugo Chávez, elegido en 1998 y reelecto en el 2000, no se ha dirigido todavía a la Nación.
El Presidente venezolano se limitó a negar "el riesgo de una rebelión militar", al calificar de "traidor" al coronel Soto, en una entrevista la noche del sábado con la televisión chilena.
El silencio prolongado del Mandatario, de 48 años, autor de un fallido golpe de estado en 1992, quien no se despoja de sus modales militares, de elocuencia fecunda y enemigo del neoliberalismo económico, no aleja todavía la incertidumbre sobre su control real de la situación en medio de un contexto volátil.
Desde diciembre, las protetsas contra la política autoritaria y procastrista de Chávez -quien proclama su amistad con Fidel Castro-, convertido en la "bestia negra" de Washington, no han cesado, con cacerolazos al estilo argentino.
Pero los reclamos también provocaron el desprecio de Chávez hacia una oposición a la que llama "sin proyecto ni líder".
