ROMA.- El ministro italiano del Interior, Claudio Scajola, presentó hoy su dimisión por la polémica suscitada en torno a la última víctima de las Brigadas Rojas, Marco Biagi, antes de que el Primer Ministro, Silvio Berlusconi, comparezca por este caso en el Parlamento.
Scajola ya había presentado el pasado domingo su dimisión, que le fue rechazada por Berlusconi, en medio de las fuertes críticas que recibió por unas declaraciones despectivas sobre Biagi, asesor laboral del Gobierno asesinado en Bolonia el pasado 19 de marzo.
El ministro dijo que Biagi "era un pelmazo, que sólo quería la renovación de su contrato como asesor" del ministro de Trabajo, a la par que no consideró importante al hecho de que le hubiera sido retirada la escolta poco antes del atentado mortal.
Estas declaraciones desencadenaron una tormenta política que obligó a Berlusconi a ir al Parlamento.
En la carta de dimisión, Claudio Scajola reitera sus disculpas a la familia del asesor asesinado por "haber contribuido a renovar su dolor y presenta su renuncia como "un acto de servicio debido".
"El actual momento histórico, más difícil y complicado por la amenaza terrorista, impone que la autoridad nacional de la seguridad pública esté asistida por la plena confianza de la mayoría parlamentaria y del respeto de las fuerzas de oposición", afirma.
Los socios de Gobierno de Berlusconi presionaron hasta última hora al primer ministro para que forzara la dimisión de Scajola y no se encerrara en una posición de defensa a ultranza, que podía acabar perjudicándole a él mismo.
Uno de los que más empujó en este sentido fue el vicepresidente del Gobierno y líder del derechista Alianza Nacional, Gianfranco Fini, que reaccionó como un resorte a la dimisión de Sacajola, para taponar resquicios ante una eventual nueva marcha atrás.
Fini, al que muchos observadores sitúan como el aspirante natural al cargo de ministro del Interior, se apresuró a señalar que "la dimisión de Scajola es un acto de responsabilidad que demuestra su alto sentido del Estado y su generosa decisión confirma que es un recurso para el futuro".
El vicepresidente subrayó que el gesto del ministro dimisionario "sustrae a las instituciones de la campaña denigratoria y de los ataques instrumentales de quien pensaba debilitar al Gobierno y ralentizar su acción reformadora".
La dimisión de Scajola había sido solicitada a coro por la oposición de centroizquierda, que había anunciado dura batalla en el Parlamento, sin descartar una moción de censura contra el ministro, y que ya habla abiertamente de "crisis de Gobierno".
Con el cese del ministro del Interior se pone un punto y seguido a la controversia que sacude a Italia desde que hace una semana se publicaron unas cartas del asesinado Marco Biagi, en las que expresaba temor a un atentado al haberle sido retirada la escolta.
También acusaba Biagi en una de esas misivas de "criminalizarle" al líder del principal sindicato italiano, Sergio Cofferati, que ha decidido no cesar, como estaba previsto, la próxima semana y seguir tres meses mas en el cargo para defenderse.
