RÍO DE JANEIRO.- Adiós al rock, bienvenida a la samba. Con ese espíritu, millones de brasileños se despidieron hoy de la temporada rockera marcada por los shows de los Rollings Stones y U2 y se preparan ahora para bailar en el carnaval.
En Río de Janeiro, los turistas que se dieron cita para el megaespectáculo brindado por la banda inglesa el sábado en la playa de Copacabana ya abandonaron la ciudad para dar lugar a unos 600.000 nuevos visitantes, que desembarcaron ansiosos por ver otro show monumental: el desfile de las grandes "escuelas de samba", el domingo y lunes próximos.
Los organizadores anunciaron hace días que ya se agotaron casi todas las entradas para la parada carnavalesca en el Sambódromo, con capacidad para recibir a un público de más de 60.000 personas.
El Carnaval es la fiesta popular más importante de Río, a tal punto que ni siquiera la llegada de los Stones logró interrumpir la actividad de los llamados "blocos", los grupos carnavalescos que, en las semanas anteriores al Carnaval, preparan la celebración recorriendo las calles y arrastrando a miles de personas tras suyo.
El punto culminante del Carnaval carioca empezará en la noche del domingo, cuando se iniciará el desfile de las 14 "escuelas de samba" más grandes.
En los Sambódromos de Río y de Sao Paulo y en las calles de Río, Recife, Olinda y Salvador de Bahía, el Carnaval y los ritmos típicos de Brasil reinarán absolutos en los próximos días.
Sin embargo, en marzo, el rock volverá a reinar en Brasil, con las presentaciones del guitarrista Santana en el mismo Sambódromo de Río de Janeiro, el 18, y del grupo inglés Jamiroquai, el 24 del mismo mes, en Sao Paulo.
