SEÚL.- Un hombre detenido cerca de Seúl como presunto autor del secuestro y asesinato de una estudiante universitaria confesó haber matado a otras seis mujeres, informó hoy la policía surcoreana.
Según la policía de Gyeonggi, próxima a Seúl, el hombre, identificado Kang Ho-sun, de 38 años, admitió haber matado a un total de siete féminas, incluidas cinco que desaparecieron entre diciembre de 2006 y enero de 2007 en localidades de esa provincia.
El supuesto asesino, acusado también de violación y con un extenso historial criminal, dijo a la policía que sentía impulso de matar a mujeres desde que su cuarta esposa murió en 2005 en un incendio que pudo provocar él mismo, informó la agencia Yonhap.
El sospechoso fue detenido el pasado sábado como presunto asesino de una estudiante universitaria que había desaparecido el 19 de diciembre y cuyo cadáver fue hallado al día siguiente en una zona rural de la provincia de Gyeonggi.
Kang reconoció anoche ante la policía surcoreana que también mató a un ama de casa de 48 años, desaparecida en noviembre, después de que la policía encontrara restos de ADN de esa mujer en su granja, según informó hoy la agencia local Yonhap.
El detenido conoció a tres de las mujeres en un karaoke y a otras cuatro en una parada de autobús. Las fallecidas tenían edades entre los 20 y los 52 años y con algunas de ellas mantuvo al parecer relaciones sexuales.
En dos de los casos, el de la estudiante universitaria y el de una mujer de 37 años que trabajaba en un karaoke, Kang las estranguló previsiblemente con unas medias y posteriormente las enterró desnudas.
Además, el sospechoso robó dinero a algunas de las mujeres, como a la estudiante universitaria, a la que sustrajo la tarjeta de crédito para sacar dinero.
La policía sospecha que el propio Kang provocó el incendio de su casa en 2005 en el que resultaron muertas su cuarta mujer y su suegra, suceso por el que consiguió una elevada indemnización en seguros de vida.
La policía investiga para esclarecer este caso, que ha conmocionado a Corea del Sur por la brutalidad de los crímenes.
