BUENOS AIRES.- Tras una maratónica sesión que duró 15 horas, el Senado argentino aprobó la expropiación del 51% de la empresa Repsol-YPF propuesta por la Presidenta Cristina Fernández.
La iniciativa recibió un contundente respaldo legislativo. Logró 63 votos a favor, tres en contra y cuatro abstenciones.
De esta manera, la proposición salvó su primera valla parlamentaria y espera un nuevo trámite la próxima semana en la Cámara de Diputados.
"El Gobierno es consciente de que la sola nacionalización no resuelve el problema, sino que es el inicio de la solución" para recuperar la soberanía energética en Argentina, afirmó el senador kirchnerista Marcelo Fuentes.
El texto declara de utilidad pública y sujeto a expropiación el 51% de las acciones de YPF propiedad de Repsol, que hasta ahora posee 57,43% de la petrolera argentina.
También prevé la expropiación de las acciones de Repsol en YPF Gas, la mayor distribuidora minorista de gas licuado de petróleo envasado trasandina.
Apoyo opositor
La propuesta gubernamental sobre la petrolera recibió el apoyo de la Unión Cívica Radical (UCR) y el Frente Progresista, además del voto favorable del kirchnerismo.
No obstante, tanto la UCR como los progresistas criticaron fuertemente la política energética del gobierno trasandino y exigieron más controles sobre la operación de la petrolera una vez que se concrete la expropiación.
Analistas esperan un resultado similar la próxima semana cuando la iniciativa sea votada en la Cámara de Diputados, que también es dominada por el gobernante Partido Justicialista (Peronista), y donde se espera que se repita el apoyo opositor.
La discusión legislativa se produce en medio del férreo rechazo a la expropiación planteado por España -donde Repsol tiene su sede-, el resto de la Unión Europea, Estados Unidos y varios organismos internacionales.
Fernández fue respaldada, en cambio, por Venezuela, Ecuador y el Parlamento Latinoamericano.
Argentina justificó la expropiación en que YPF redujo sensiblemente su producción e inversiones, lo que obligó a ese país a importar hidrocarburos por 9.300 millones de dólares en 2011.
Como respuesta, la petrolera española afirmó el martes a través de los medios que invirtió en su filial YPF más de 20.000 millones de dólares entre 1999 y 2011. No obstante, admitió en otra comunicación pública que había reducido su producción en 12%, aunque sostuvo que la baja fue menor a la de sus competidoras en Argentina.