BEIJING.- Las autoridades chinas iniciaron hoy una campaña de tres meses para perseguir operaciones mineras ilegales en el sector de las tierras raras, materias primas de alto valor estratégico por su uso en sectores como el tecnológico o el armamentístico, y de las que China tiene un cuasimonopolio mundial.
La campaña, coordinada por ocho ministerios nacionales, urge a los gobiernos locales de China a combatir la exploración, producción y distribución ilegal de estas materias, según un comunicado emitido por el Ministerio de Tecnología de la Información, uno de los responsables de la operación.
En campañas anteriores, dirigidas en 2011 y 2012, ya se cerraron 14 minas no autorizadas.
China produce un 90% de las tierras raras mundiales, utilizadas en la fabricación de móviles, vehículos híbridos o sistemas de guiado de misiles, entre otros productos de alta tecnología.
En los últimos años, China ha aumentado el control del sector por su importancia estratégica, lo que ha sido visto con recelo por grandes potencias tecnológicas, entre ellas EE.UU. o Japón, que temen que Pekín abra o cierre el "grifo" de las tierras raras con fines políticos.
Ya hace dos años, tensiones territoriales entre China y Japón provocaron un descenso de la exportación de tierras raras a las firmas niponas, que sufrieron pérdidas económicas por este motivo.
China argumenta que sus mayores limitaciones en el sector no responden a razones políticas, sino medioambientales -muchas minas para la extracción de estas materias primas son altamente contaminantes- o económicas, ya que la demanda del mercado interno chino por estos materiales también va en aumento.
Las tierras raras son 17 elementos de la tabla periódica (escandio, itrio, lantano, gadolinio, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, terbio, tulio, disprosio, holmio, erbio, iterbio y lutecio).
Se calcula que el país asiático sólo tiene un 30 por ciento de las reservas mundiales, pero el hecho de que su extracción sea altamente contaminante ha causado que otros países con importantes yacimientos, como EEUU, hayan detenido su extracción.