El controversial compositor francés Pierre Boulez. En Chile estará este fin de semana. Pero a través de sus composiciones.
El MercurioSANTIAGO.- La Orquesta Sinfónica de Chile sigue la marcha de su temporada y este fin de semana estrenará “Notations 1, 2 y 4” del gran Pierre Boulez, además del “Bolero” de Maurice Ravel y “Cuadernos para orquesta”, del argentino Fabián Panisello.
Elogiado o criticado, odiado o amado, Pierre Boulez es de esas figuras multifacéticas que nunca pasarán inadvertidas. Con 82 años de edad, el gran maestro francés de música contemporánea estará nuevamente en Chile a través de una de sus interesantes partituras, “Notations” 1, 2 y 4".
La Orquesta Sinfónica de Chile estrenará esta obra bajo la dirección del argentino Fabián Panisello, destacado representante de la nueva generación de músicos latinoamericanos, los días viernes 3 y sábado 4 de agosto, a las 19:30 horas, en el Teatro Universidad de Chile.
Director y compositor, Fabián Panisello se encuentra muy expectante ante su debut con la Sinfónica de Chile para estrenar “Notations” de Pierre Boulez, a quien conoce y admira, además de “Cuadernos para orquesta” de su propia creación.
Junto a estas obras el público podrá escuchar dos grandes clásicos: el "Concierto para piano" de P. I. Tchaikovsky, con la virtuosa pianista de Latvia, Shoshana Rudiakov y el popular “Bolero” de Maurice Ravel.
Multifacético e influyente
Compositor, director, pedagogo, polemista de la estética musical, administrador y propulsor cultural, la influencia de Pierre Boulez ha sido notable en el terreno musical e intelectual contemporáneo. En 1945 compuso su serie para piano “Notations”, cuatro de las cuales orquestó en 1980. De ellas la Sinfónica de Chile estrenará las 1, 2 y 4 en esta oportunidad.
Boulez, quien ha dedicado su vida a la creación y difusión de la música del siglo XX, asegura que “el compositor no puede vivir de espaldas a la tecnología y la ciencia”.
El maestro Fabián Panisello define “Notations” como “una obra fuera de serie, de un impacto sonoro muy especial, que utiliza un aparato orquestal enorme (ocho percusiones, tres arpas, dos pianos, celesta, gran set de vientos, maderas y metales) por lo que resulta una gran experiencia escucharla en vivo”, dice.
Actualmente radicado en París, Pierre Boulez estuvo en Chile hace una década como director del prestigioso conjunto francés Ensemble InterContemporain, pero su primera visita fue cuando apenas tenía 29 años (1954) y vino al país como jefe de sonido de la compañía de Jean Louis Barrault y Madeleine Renaud, para la presentación en Santiago de “Cristóbal Colón”, de Paul Claudel.
Virtuosas manos para Tchaikovsky
La pianista Shoshana Rudiakov, quien basó sus estudios en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú tendrá a su cargo la parte solista del hermoso "Concierto para piano N° 1" en si bemol menor de Peter Ilich Tchaikovsky, compuesto en 1875, primer período creativo del gran maestro ruso.
En un comienzo, la obra fue dedicada a Nicholas Rubinstein, quien lo calificó como "imposible de tocar", lo que dejó dolido a Tchaikovski. Este sentimiento lo llevó a realizar múltiples cambios en la obra, pero esta vez se la dedicó a Hans von Bülow, quien estrenó el concierto en su primera gira por Estados Unidos (1875-1876). Posteriormente Rubinstein reconoció el mérito de la composición revisada y la incluyó en su propio repertorio.
Entradas en venta desde $ 3.000 a $ 7.000 público general y desde $ 1.500 a $ 1.000 estudiantes en boletería del teatro. Además en www.feriaticket.cl y en los locales de Feria del Disco.
El "Bolero", compuesto en 1928, es una de las últimas producciones de Maurice Ravel y en muchos de aspectos constituye una admirable síntesis de su estilo.
Domina en esta famosa obra el aspecto españolista, que dio un especial sello a la música del gran maestro francés, de cuya madre española heredó su amor por la música de España.
La base rítmica de la obra está tomada del viejo bolero español, mientras que su giro melódico proviene de gestos hispanoarábigos.
Autor de la “Rapsodia española”, “La alborada del gracioso” y de “La hora española”, en "Bolero” vuelve a descubrir rasgos que se cuentan entre los esenciales de su figura. Eleva a la categoría de una verdadera proeza la sutil amalgama de los timbres, en un prodigioso crescendo sobre el ritmo obstinado de la danza andaluza, provocando sentimientos de ternura e ironía.
Su estreno en el teatro de la Opera Cómica de París en noviembre de 1928 provocó un gran suceso y dejó fascinado al público.