La piratería de discos compactos ha provocado una notable disminución en el interés de las grandes compañías por fichar a bandas pequeñas. En los últimos meses han sido tantas las pérdidas, que los multinacionales ya no se atreven a apostar por bandas nuevas y ponen todas sus fichas a las apuestas seguras.
Esto, lejos de ser alarmante, ha hecho surgir con máz fuerza que nunca el árduo pero siempre estimulante trabajo de la autogestión. Y éste es un ejemplo digno de mencionar.
Desarrollado en forma absolutamente independiente, la apuesta de Sinergia va por el lado del funk más duro.
Formado por Alexis Gonzalez en bajo, Pedro Perales en guitarra, Bruno Godoy en bateria, Dj Panoramix en scratches y Rodrigo Osorio en voz, la banda es heredera innegable de grandes próceres como Primus, Mr Bungle o Living Colour. Sin embargo adaptan esa influencia y la moldean con habilidad para acercarla a la realidad chilena, incluyendo temáticas locales en sus letras e incluso sonidos folclóricos en algunos de sus arreglos.
Lo primero que se desprende al escuchar su álbum debut, es que los chicos se están divirtiendo. Lo que no significa que el disco suene mal o que sea una chacota, sino todo lo contrario, se están divirtiendo y eso se refleja claramente en el resultado: fluido, nítido, sincronizado, honesto, visceral.
El disco suena fuerte y suena bien. La guitarra es potente, la base rítmica podría sostener a un elefante, y la juguetona y sarcástica voz de Osorio dirige con personalidad el ritmo delirante de la banda. Mención aparte merecen el uso de samples y los scratches, que le dan al disco chispeantes toques de sonidos prestados.
Tal vez el mayor desafío que deben superar en este momento (como todas las bandas que están empezando) es el de encontrar una identidad propia, que los haga distinguirse por sí mismos, que los haga únicos e inconfundibles. El resto ya está hecho.
Como buen disco independiente, no se encuentra en cualquier parte. Pregunta en tu disquería favorita o escribe a sinergia@vtr.net.
Felipe Ossandón
