Entre las muchas peculiaridades que justifican el ansia de no pocos santiaguinos sensatos hacia la inminente visita de Pet Shop Boys a Chile está el modo excepcional en el que este dúo ha cuidado tan bien y de modo simultáneo tanto su trabajo en estudio como su despliegue en vivo. Si se parte de Kraftwerk como la gran matriz del tecno-pop trabajado en Europa a partir de los tardíos '70, se caerá en la cuenta de que los grandes álbumes que sostuvieron las carreras de bandas tan importantes como New Order rara vez tuvieron un montaje escénico digno de atención. Al menos en la Inglaterra de los años '80, el género tuvo mucho más que ver con parlantes de dormitorio y/o pistas de baile, que con la amplificación de grandes estadios (ocupados, entonces, más bien por gente como Wham! o Duran Duran).
Pet Shop Boys ha sido un proyecto fascinado con la imagen, tanto la suya propia —qué son Neil Tennant y Chris Lowe, a estas alturas, si no arquetipos de todo un modo de asentamiento urbano simplificable en el arquetipo del "gay con onda"—, como la de los fantásticos fotógrafos, videístas y diseñadores de los que se han rodeado, levantando así un corpus estético de fuerte identidad. Por ello, es sorprendente que
Concrete, su más reciente publicación, sea recién el primer disco en vivo que a este grupo amante de lo escénico se le ocurre editar. El álbum registra una presentación de mayo del 2006 en un teatro de Londres, transmitida de modo especial por una de las señales de radio de la BBC. 600 invitados de la estación presenciaron un espectáculo que tuvo como voces especiales las de Robbie Williams y Rufus Wainwright , además de una orquesta suficiente para darles a estas canciones categoría de gran obra.
La selección del repertorio estuvo, precisamente, determinada por esa profusión de instrumentos —y no por un recorrido en plan de "grandes éxitos"—, priorizando los títulos del reciente
Fundamental (2006), y antiguas canciones no tan conocidas, pero concebidas originalmente para grandes arreglos ("After all" fue parte de su banda sonora en vivo para una exhibición al aire libre de
El acorazado Potemkin; y "Nothing has been proved", parte de un soundtrack,
Scandal, arreglado por Angelo Badalamenti). De antiguos éxitos, pueden escucharse versiones remozadas para "Rent", "West End girls" e "It's a sin", tres títulos que justifican por sí solos correr este domingo a la Estación Mapocho a empaparse de tan acabado, cariñoso, visionario y elegante tratamiento del pop.
Cristina Hynde
Pet Shop Boys, "Concrete " (2006, Parlophone)
Disco 1: 1. Left to my own devices, 2. Rent, 3. You only tell me you love me when you're drunk, 4. The Sodom and Gomorrah show, 5. Casanova in hell (con Rufus Wainwright), 6. After all, 7. Friendly fire (con Frances Barber), 8. Integral.
Disco 2: 1. Numb, 2. It's alright, 3. Luna Park, 4. Nothing has been proved, 5. Jealousy (con Robbie Williams), 6. Dreaming of the Queen, 7. It's a sin, 8. Indefinite leave to remain, 9. West End girls.
Integrantes: Neil Tennant, Chris Lowe.
Dirección musical: Trevor Horn
Orquesta: BBC Orchestra.
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