En el historial previo de Rosario Mena están inscritos los discos
Fe ciega (1999) y
Serial (2002) que van del
drum 'n bass al
trip-hop, es decir, demasiadas cursivas juntas. Sobre todo ahora que no hace falta ninguna terminología especial para apreciar su música nueva, donde la naturalidad de las canciones es el mejor y más sencillo atributo. En general
Perpetua coincide con que esta cantante chilena se acompaña a menudo de instrumentos análogos y logra la calidez que ameritan sus melodías, pero su tercer disco es más maduro en todo sentido, con más peso en las composiciones y los arreglos y con más experiencia aparente en las letras.
El músico Jaime Garrido figura a cargo del grueso de los instrumentos y marca una diferencia en la producción. Con guitarras acústicas o eléctricas, con teclados o con las cuerdas y timbres de clavecín de una canción como "Réquiem", los sonidos están administrados con tino. Y muchas canciones son una buena materia prima. Más diestra como autora, Rosario Mena pasa bien de un acorde mayor a uno menor y avanza en las melodías, ajustadas a las canciones como si llevaran una vida juntas. "No vi", "Dos" y "Después" son un competente comienzo pop y "Año Nuevo" se trata de algo tan común y silvestre como el Año Nuevo. Por eso entra en la liga de canciones que hablan de otras cosas tan comunes y silvestres como "La casa nueva" de El Temucano, "Un año más" de Mecano, "Feliz Navidad" de José Feliciano o "Feliz cumpleaños, querida" de Nelson Ned, no porque se parezcan en la música, sino porque podría identificar a cualquiera que quisiera pedir esta canción a alguna radio y dedicarla a alguien el próximo 31 de diciembre. Si tuvieran este disco en la radio, claro.
También hay una canción más caribeña, una canción más blusera y una canción más pop, "Dinero", donde la voz de Nicole a dúo con Rosario Mena es garantía de otro buen instrumento del disco. Ésa es la letra más sentenciosa de
Perpetua, mientras en "Coloane" la autora rinde un homenaje de tú a tú al novelista Francisco Coloane. Siempre melodiosos y bien pronuciados, la mayoría de estos versos son en todo caso tan personales como "Lo que busqué estaba en mis entrañas / Lo que soñé adentro de mi almohada", y no por estar referidos a cosas domésticas y cotidianas dejan de ser así de solemnes. Una arista especial es la de "Vender mi alma", en la que con una letra tan o más vivencial Rosario Mena aprende el mismo rasgueo que sirve para tocar, por ejemplo, "Arriba en la cordillera", y luego deja entrar al estribillo cuatro acordes de charango que tal vez no habrían cabido en sus años más
drum 'n bass y
trip-hop. Pero suenan bien ahora, en su momento más acústico a la fecha, que es también el momento más sorprendente de su disco nuevo.
David Ponce
Rosario Mena "Perpetua" (2007, autoedición).
1. No vi. 2. Dos. 3. Después. 4. Vender mi alma. 5. Año Nuevo. 6. Hamburgo. 7. Dinero. 8. Todavía. 9. Coloane. 10. Réquiem. 11. Recompensa. 12. Perpetua.
Músicos: Rosario Mena (voz y guitarra), Jaime Garrido (guitarras, teclados, charango, bajo), Daniella Rivera (violín), Ángela Acuña (cello), Andrés Garrido (batería).
Invitadas: Nicole (voz), Laura Donoso (voz).
Producción: Jaime Garrido.
Duración: 40'18''.
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