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Mano dura, no más

Desde Suiza, el baterista panameño de jazz fusión habla sobre el concierto que lo tendrá por tercera vez en Chile, sumada una fecha en Concepción, con su nueva agrupación con músicos provenientes de todas latitudes. Así como golpea la batería, responde: con brazo y voz firme.

15 de Abril de 2009 | 16:26 |

El arte de tres, de cuatro o de cinco. Sorprendentemente algunos de los discos mejor evaluados y más escuchados de la última época del baterista Billy Cobham son trabajos sobre jazz acústico: The art of three (2001), The art of four (2006) y The art of five (2004). Son sorpresas porque su marca personal en la música se ha definido a lo largo de cuatro décadas como uno de los muros estructurales del jazz eléctrico en sus variantes de jazz-rock o fusión.

En el primero tocó standards con el pianista Kenny Barron y el contrabajista Ron Carter. En el segundo mantuvo al espigado hombre del bajo y sumó al saxofonista Donald Harrison y al pianista James Williams. Y en el cierre de la trilogía formó un quinteto de raíz hard bop reconsiderando al saxofonista e incluyendo además al trompetista Guy Barker, al pianista Eric Reed y al contrabajista Julian Joseph. Son los propios alumnos de Billy Cobham.

-Si algo aprendí de mi trabajo con Miles Davis en los años ’70 fue saber cómo encontrar a los músicos adecuados para formar bandas específicas. Fue muy importante tocar en su banda porque dejó una marca indeleble en mi vida. Él era uno de los maestros de juntar a gente para experimentar con música novedosa. Era como un productor que encuentra a los hombres adecuados para una película.

-¿Cómo considera esa experiencia con Miles Davis?
-Uuuff… Fue una experiencia con todas las letras.

Billy Cobham tiene hoy 66 años y volverá a presentar promociones de músicos escogidos. Claro que para esta visita que lo tendrá en el Teatro Oriente el sábado 18 de abril y en el Teatro de la Universidad de Concepción el domingo 19, recupera la línea de fusión con la que obtuvo su prestigio en la música mundial. Comenzó a nivel solista en 1973, con su primer disco, Spectrum, que fue grabado como simple maqueta para enviarla a sus padres pero terminó siendo un ángulo en el jazz-rock de toda la era. Incluso el grupo trip-hop inglés Massive Attack utilizó líneas de bajo de su tema “Stratus” como samplers en Blue lines (1991): “Me pareció una canción aceptable”, dijo Cobham.

En 2005 vino a Santiago para tocar con músicos chilenos en un ensamble eléctrico que incluyó una quena, y Cobham terminó tocando libremente una tonada chilena llamada “Gracias a la vida”. Pero la nueva banda de Cobham, que ya apareció en el disco Fruit from the loom (2007), hizo el giro hacia la fusión del world jazz. Sus sidemen, de hecho, provienen de distintas latitudes: Jean-Marie Ecay (guitarra), Philippe Fifi Chayeb (bajo eléctrico), Christophe Cravero (teclados y violín), Junior Gill (steel drum) y Marco Lobo (percusión).

-¿Cómo describe esta música con europeos? ¿Es muy distinta a tocar con músicos americanos?
-Es el resultado de nuestros esfuerzos combinados y por lo tanto es difícil de describir. Creo que la gente tiene que escuchar los discos y vernos en vivo. No se nos pueden poner etiquetas. Eso no funciona así. Una vez que la gente la oiga podrá saber bien como quiere recibirla. Es una música muy especial. Si uno cambia a cualquier integrante de la banda, entonces cambia el concepto musical completo, porque todos contribuyen a través de sus personalidades.

-¿Qué es lo último que ha realizado con este nuevo grupo en Europa?
-Aaaaah… puf. Estamos grabando, estamos tocando… ya sabes.  
 
-¿Se podría decir que es algo totalmente nuevo dentro de su discografía de fusión?
-Son cosas que he escrito recientemente. Y en general son cosas que dicen relación con la forma de vida que llevamos aquí, en Europa. Hay un tipo que nació en la región vasca de Francia. Otro que viene del norte de África, pero es francés. Otro es de Marsella. Entonces tenemos a tres franceses y un tipo de Inglaterra, pero su familia es del Caribe. Y así suma y sigue hasta resultar una gran unión. Yo, por ejemplo, soy de Panamá. Todo esto contribuye a un sonido muy propio. Esta banda tiene un sonido fascinante.
 
-Lo conocemos principalmente como un músico de jazz fusión, pero además tiene una serie de discos acústicos. ¿Eso quiere decir que sus influencias están en gente como Philly Joe Jones o Elvin Jones, más que en bateristas de corte más rockero, como Tony Williams (ver recuadro)?
-Ah, no sabía que Tony Williams era rock and roll. Eso sería fascinante. ¿Quién dijo eso?. Leyeron el libro equivocado. Si vas a la música que yo toco, abarca una espectro muy amplio. Yo hice ese disco Art of three porque quería hacer algo disinto. Son cosas que todavía hago. Es jazz creativo que he trabajado con Freddie Hubbard o Miles Davis en distintos momentos. Entonces, eso es sólo una de las cosas que hago. También tengo discos como Art of four o Art of five. Todo eso es creación jazzística.

-La primera vez que vino a Chile fue en 1988. ¿Qué recuerda de esa visita?
-Se me olvida el nombre de la compañía que me estaba auspiciando (los conciertos de House of Viceroy). Una persona de esa compañía estaba hablando de su historia familiar y mencionaron que su padre o su abuelo había ido a Chile desde Europa pero pensaba que era Norteamérica y no Sudamérica. Pensaron que estaban en Estados Unidos. Es una anécdota sencilla pero lo hace darse cuenta a uno que hay mucho más América que Estados Unidos.
 
-Después vino en 2005 para tocar con músicos chilenos.
-Esa experiencia fue muy agradable. No hay nada negativo de tocar en Chile y cada vez que fui allá aprendí algo nuevo. Siempre estoy con la idea de que puedo no volver a un lugar tan lejos, así que lo aprovecho y disfruto mucho. Ahora tenemos la oportunidad de tocar en una ciudad distinta además de Santiago (Concepción). Eso va a ser muy interesante y enriquecedor.

-¿Va a tocar material antiguo, como el famoso groove de “Red baron”?
-Bueno, tocamos algunas cosas antiguas. Esa podría ser alguna de las cosas que toquemos en Chile. 

-Aquí siempre preguntan si usted va a tocar algo de ese Spectrum.
-Es una buena idea. Ahí tienes una respuesta.

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