Facción de Quilapayún Francia contrataca y defiende el uso del nombre

SANTIAGO.- Las fricciones entre músicos del grupo Quilapayún, fracturado en dos alas desde 2003 cuando una serie de integrantes en torno Eduardo Carrasco, Hernán Gómez o Hugo Lagos decidieron reunirse en Chile bajo ese nombre a pesar de que el conjunto seguía sus operaciones Francia, están hoy en su mayor temperatura.

El propio Carrasco envió la semana pasada una carta abierta a los medios titulada “El rey del fraude”, donde enumeraba una serie de anormalidades de uso o abuso de la marca que afectaban al conjunto que encabeza en Chile. Lo hizo a través de una redacción frontal.

El primer párrafo de la misiva, por ejemplo, indicaba que “durante todos estos años, hemos sido víctimas del insoportable espíritu de falsificación de Rodolfo Parada, quién no solamente ha mentido, ha adulterado nuestra historia, ha traicionado la confianza y amistad que tuvimos en el pasado, sino que hasta ha metido mano en nuestros bolsillos”.

De esta manera el grupo que tiene su base de operaciones en Francia, liderado por el músico Rodolfo Parada (junto a Patricio Wang, Patricio Castillo, Álvaro Pinto, Mario Contreras y Rodrigo González), salió a defender a su director musical a través del abogado Rodrigo Serrano, quien publica hoy un comunicado que pretende esclarecer conceptos y apreciaciones en lo que respecta al litigio sobre el nombre y obra del grupo.

Unidos jamás serán vencidos

Según apunta, en 2007 la Quatrième Chambre de la Cour d´Appel du Paris, dictó una sentencia que fue confirmada luego por la Corte de Casación, en el juicio sobre el derecho de uso de la marca comercial del grupo musical Quilapayún. Serrano detalla que sólo para el territorio de Francia correspondía ser utilizada por el colectivo que dirige Eduardo Carrasco.

“Por respetable que sea la autoridad del poder judicial francés, su sentencia fue basada en un presupuesto falso: que el grupo Quilapayún se había escindido en dos el año 1988, al momento del regreso de exilio del señor Carrasco; y que a contar de esa fecha y en forma ininterrumpida un grupo Quilapayún dirigido por él había asegurado la continuidad del conjunto Quilapayún en Chile hasta hoy”, dice.

El juicio llevado a cabo en Francia, tuvo como objetivo determinar la continuidad musical del grupo radicado en Francia desde el año 1973 y codirigido desde 1988 por Rodolfo Parada y Patricio Wang, frente a la actividad del grupo formado en Chile por Eduardo Carrasco desde el año 2003.

Pero luego explica que Eduardo Carrasco dejó definitivamente el grupo a fines de los años ‘80, regresando a Chile para emprender actividades muy distintas a la música, "sin el ánimo de seguir ligado a la actividad del grupo Quilapayún".

El abogado, en representación de los integrantes del grupo en Francia, indican que en 2003 Eduardo Carrasco habría “interceptado” una invitación que la Fundación Salvador Allende envió al grupo Quilapayún en Francia y por ello habría decidido refundar el conjunto en Chile junto con algunos ex integrantes. Así, una segunda facción se presentó en vivo en la conmemoración de los 30 años de la muerte de Allende bajo el nombre de Quilapayún, “esto pese a que en Francia, el grupo codirigido por Rodolfo Parada y Patricio Wang, había seguido manteniendo la obra de Quilapayún  plenamente vigente”.

Los dimes y diretes en Chile

El comunicado señala de paso que durante abril Carrasco presentó en Amsterdam una demanda para suspender un concierto que se realizaría allí por el grupo liderado por Rodolfo Parada, Patricio Wang y Patricio Castillo, apelando a la sentencia dictada en Francia que lo favorecía. "Pero el tribunal civil de Amsterdam rechazó dicha la demanda", apunta el abogado.

En 2004 el Departamento de Propiedad Intelectual (hoy Instituto Nacional de Propiedad Intelectual) dictó una resolución de primera instancia acreditando que “el signo Quilapayún no es creación de ninguna de las partes en conflicto”. Además expresó que “el grupo musical Quilapayún, desde sus orígenes, no reglamentó de manera expresa los derechos y deberes de sus integrantes, ni los derechos y deberes de quienes dejarán de pertenecer al grupo”. Por lo tanto, los músicos del ala francesa defienden hoy el uso del nombre Quilapayún, que puede ser utilizado por las dos partes en conflicto.

“No es la primera vez que el Señor Carrasco intenta confundir a la opinión pública a través de una presentación parcial y antojadiza de los hechos (...) En Chile y en el resto del mundo no existe pronunciamiento legal ni administrativo que apoye su postura, por cuanto hasta hoy, ambas agrupaciones pueden seguir presentándose bajo el nombre en cuestión”, concluye el abogado.