SANTIAGO.- El ministro de Justicia, José Antonio Gómez, negó que el gobierno chileno hubiera presionado a juez Juan Guzmán Tapia en el proceso que se sigue al ex dictador Augusto Pinochet por el caso de la llamada "caravana de la muerte".
El secretario de Estado admitió que sí conversó con el juez Guzmán pero "eso no indica que haya intervención respecto de ningún juicio", aclaró.
Gómez replicó así las declaraciones que Guzmán efectuó a la BBC de Londres, de haber recibido presiones gubernamentales para realizar también exámenes físicos a Pinochet y no sólo mentales, como establece la ley chilena, y para que no designara peritos adjuntos en psicología, psiquiatría y neurología.
El juez Guzmán, en una decisión sorpresiva, aceptó el pedido de la defensa de postergar hasta el martes 23 de enero el interrogatorio que había fijado para el lunes 15, decisión que fue apelada por los abogados querellantes.
De este modo, antes del interrogatorio, el magistrado tendrá a la vista el resultado de los exámenes mentales.
La ley chilena establece que todo acusado mayor de 70 años debe someterse a exámenes médicos para determinar si está en su sano juicio para enfrentar el proceso, ya que sólo la demencia exime a los inculpados de comparecer ante los tribunales.
La realización de estos exámenes fue calificada por los partidarios de Pinochet como una "nueva vejación" al octogenario ex dictador, quien hoy ingresó al Hospital Militar para someterse al último estudio médico que le queda pendiente.
Esta circunstancia habría motivado la decisión del juez Guzmán de postergar el interrogatorio, instancia tras la cual podría encargarlo reo, cumpliendo todos los pasos exigidos por la Corte Suprema en este caso.
