SANTIAGO.- Como improvisada calificó el Instituto Libertad la reacción del Gobierno ante los resultados del estudio realizado por esa entidad, sobre el porcentaje de cumplimiento de las tareas prometidas por el Presidente Ricardo Lagos en su mensaje del 21 de mayo del año pasado.
Según la directora ejecutiva del organismo, Luisa Brahm, dicha improvisación quedó demostrada cuando la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) entregó el lunes dos autoevaluaciones distintas, en las cuales se reconocen primero 77 medidas y luego 83 que habían sido anunciadas en el discurso del 21 de mayo de 2000.
"La conclusión es obvia. Rápidamente se calentó el examen, se cocinó un informe esa mañana, que se entregó y después se dieron cuenta que era obvio que ese informe no era satisfactorio porque las tareas más importantes no estaban ni siquiera reconocidas como tareas y obviamente están en el mensaje. Entonces se entregó un segundo informe. En ese, -divulgado en horas de la tarde- están esas 83 tareas, pero aún faltan 42 que están en el mensaje original del 21 de mayo y que en el apuro por tratar de descalificar nuestro informe no alcanzaron a ser incorporadas", explicó el cientista político y uno de los elaboradores del estudio, Jorge González.
González agregó que en la evaluación realizada por el Instituto Libertad, se reconocen 106 tareas, de las cuales un 20,75% son consideradas como cumplidas; un 18,87% como insuficientes; un 29,25% como mínimamente cumplidas; y un 31,3% como incumplidas.
En tanto, en su propia evaluación, el Gobierno reconoce 83 tareas, de las cuales un 50,6% (42) no tienen plazo definido de cumplimiento; un 16,87% tiene un plazo de cumplimiento que está entre los años 2004 y 2010; un 12,05% que deben ser cumplidas entre el 2001 y el 2003; y sólo un 16,87% que tienen como plazo de cumplimiento el año 2000.
"Nuestra evaluación siguió la misma estructura del discurso presidencial. La autoevaluación del Gobierno cambia la estructura de la evaluación, agrupa medidas específicas en paquetes distintos y desdibuja los plazos", argumentó Luisa Brahm.
Asimismo, según el Instituto Libertad hay 64 tareas que aparecen tanto en su evaluación, como en la de la Segpres. De ellas, un 26,56% aparecen como cumplidas; un 21,88% como insuficiente; un 28,13% como mínimamente cumplidas; y un 23,44% como incumplidas. "Es decir, igual en las tareas de la Segpres hay un 51,57% de no cumplimiento", acotó González.
A juicio del cientista político, la Segpres llegó a este resultado al desconocer las 42 medidas que efectivamente aparecen en el discurso presidencial, de las cuales, según el estudio del Instituto Libertad, un 11,9% están cumplidas; un 14,29% tienen un grado de cumplimiento insuficiente; un 30,95% están mínimamente cumplidas; y un 42,86% no han sido cumplidas. Es decir, según el organismo hay un 73,81% de las tareas que la Segpres no reconoce como tareas y no tienen un nivel aceptable de cumplimiento.
"Creo que las conclusiones son claras, trasparentes. Aquí ha habido un intento cosmético por no reconocer de que se siguió en falso", puntualizó González.
Gobierno no debe prometer lo incumplible
Según el Instituto Libertad, la polémica causada por la divulgación de su informe, dejó en claro que es absolutamente legítimo evaluar las metas que el Gobierno se autoimpone en el mensaje presidencial del 21 de mayo.
En este sentido, según la directora ejecutiva del organismo es esencial para la democracia que las autoridades elegidas cumplan lo que prometen y prometan sólo lo que puedan cumplir.
"Creemos que el Presidente de la República no puede repetir la irresponsabilidad de entregar un mensaje como lo hizo el año pasado. Además de rendir cuentas, el país necesita claridad sobre qué medidas concretas se realizarán durante el próximo año de Gobierno y que ojalá no sea necesario retractarse de ellas", finalizó Luisa Brahm.