Neruda en el cielo
"Yo construí la casa.
La hice primero de aire.
Luego subí en el aire la bandera
y la dejé colgada
del firmamento, de la estrella, de
la claridad y de la oscuridad", recitaba el poeta en "La Sebastiana".
Neruda fue claro. Él buscaba "una casita para vivir y trabajar tranquilo. No puede estar muy arriba ni muy abajo. Debe ser solitaria, pero no en exceso. Vecinos, ojalá invisibles. No deben verse ni escucharse. Original, pero no incómoda. Muy alada, pero firme. Ni muy grande ni muy chica. Lejos de todo pero cerca de la movilización. Independiente, pero con comercio cerca. Además, tiene que ser muy barata", como se lo explicó a la escritora Sara Vial.
Parecía una tarea imposible, pero la encontró en el cerro Bellavista de Valparaíso, donde la tenía el constructor español Sebastián Collado, quien falleció antes de terminarla y en cuyo honor fue bautizada por Neruda.
Fue inaugurada por el poeta y sus amigos el 18 de septiembre de 1961, con empanadas y vino tinto.
"La casa crece y habla,
se sostiene en sus pies,
tiene ropa colgada en un andamio,
y como por el mar la primavera
nadando como náyade marina
besa la arena de Valparaíso,
ya no pensemos más: ésta es la casa:
ya todo lo que falta será azul,
lo que ya necesita es florecer.
Y eso es trabajo de la primavera"