Dita Von Teese / Marilyn Manson
Pero fue su sesión de fotos, nuevamente en Playboy –y esta vez en el año 2002- cuando la popularidad de Dita comenzó subir como la espuma. Ese año, no sólo se mostró con una cintura de menos de 50 centímetros, ajustada con un maravilloso corsé, sino que comenzó a salir públicamente con uno de los músicos más controvertidos de su país, el maquillado y peculiar Marilyn Manson.
Dos años después le entregaría su mano frente a Alejandro Jodorowsky.
Su trabajo como bailarina de burlesque y sus pariciones en revistas y un sinfín de programas de televisión, los supo compaginar con su vida de casada en Los Angeles. Pero la señora Manson esperaba que el pequeño Marilyn creciera y se hiciera responsable.
Y así lo deseó, hasta que cansada, a un año de celebrado el matrimonio, tomó su colección de 350 sombreros y 400 corsés, y toda su elegante y carísima vestimenta vintage, y se largó, lejos de los maquillados labios de su parrandero marido.
"Marilyn es como un niño que quiere divertirse todo el tiempo (...) y yo, a los 34 años, soy una mujer. Los juegos no me interesan", comentó la bailarina.
Esa es la determinación que ha caracterizado la vida de Heather Sweet, desde su más temprana edad, cuando soñaba con levantar sus faldas frente a un público admirado, hasta hoy, siendo un ícono de la moda y devolviéndole el glamour y la majestuosidad a los show eróticos.
“En un tiempo hastiado, ella recuerda a sus espectadores que el sexo puede ser una experiencia divertida e incluso sublime”, comentó la Vanity Fair, sobre esta “superheroína del burlesque”.
“No todos podemos nacer como supermodelos, pero podemos crear el glamour. El glamour no es la belleza natural, es algo ficticio, y me parece maravilloso que las mujeres puedan utilizar la ropa y los productos de belleza para convertirse a ellas mismas en obras de arte vivientes”, ha dicho, por su parte, Dita.