Los nueve años que Mike Patton dedicó para consolidar musicalmente a Faith No More siempre estuvieron acompañados de polémicas y problemas referentes a las relaciones personales entre sus integrantes. Las peleas fueron un factor casi tan importante como los discos, ya que tras cada crisis se despachaba y contrataba a un nuevo músico (el caso más recordado es la despedida de Jim Martin, a quien notificaron de su expulsión por fax, la tecnología de punta de la época). Como consecuencia, la esencia de Faith No More es, según ellos mismos declaran en su página oficial, "volátil" y "profesional". Es un equipo de trabajo exento de factores considerados poco relevantes como la amistad o el compañerismo.
Esta característica hizo que tras su disolución en 1998 los seguidores del grupo no esperasen un reencuentro sino simplemente quedaran conformes con los discos antiguos y el quinteto de grandes éxitos. Sin embargo en el décimo aniversario del alejamiento, la última conformación de Faith No More (Mike Bordin, Roddy Bottum, Bill Gould, Jon Hudson y Mike Patton) decidió que era momento de volver a tocar juntos en una gira a la que nombraron "The Second Coming Tour".
El retorno, según han dicho, no fue algo planificado ni una estrategia de marketing para recordar la década ausente en los escenarios, sino que surgió cuando se dieron cuenta que al mirar atrás les gustaba cómo sonaban las canciones en vivo. El anuncio fue abrupto, inesperado, pues era de conocimiento público que el cuarteto no mantenía contacto regular.
