BIOGRAFÍA
Su sensibilidad por los problemas de los demás parece ser su principal fortaleza. No ha parado desde que se dedicó de lleno a desarrollar programas de ayuda social en su calidad de orientadora familiar. Aunque su prioridad en la vida son su familia y amigos, ella no ha dejado de cultivar su principal vocación.
Cecilia Morel Montes nació el 14 de enero de 1954 y creció en
San José de Maipo dentro de una acomodada familia. Eran siete hermanos:
Consuelo, Eduardo, Paulina, Marisa, Cecilia, José Luis y luego Cristián
quien murió cuando tenía 31 años. Fue un
dolor que la marcó profundamente: “Lo viví como si hubiera
perdido a un hijo, con ese dolor, porque era el conchito, muy regalón
y el niño ideal: buen alumno, buen amigo y era muy yunta mío.
Entonces, fue atroz... Casi me morí. Es algo indescriptible, no es
un dolor, es un horror. Yo recuerdo haberme pegado cabezazos de puro dolor",
expresó Cecilia sobre la muerte de su hermano.
Sus estudios los hizo en el colegio Jeanne D’Arc y
siempre se destacó por ser sociable y sensible. Su infancia y adolescencia
fueron bastante normales: quizás en ese entonces nunca se imaginó que
se convertiría en una Primera Dama. Las amigas que tuvo en esa época
las mantiene hasta el día de hoy. “Es un siete con estrellitas”,
declaró Adriana, una de sus mejores amigas.
Con ellas siempre habla sobre donde terminó su vida: “¿Tú te imaginas a una niñita jugando a la Primera Dama? Andábamos en bicicleta, nos juntábamos los del barrio. De hecho, a los 5 años me hacían darme besos en la boca con un vecino. Con ellas nos reímos de esto, en lo que terminó mi vida. Todas, ni cercanas a la política”, señaló Cecilia a revista Caras en diciembre pasado.
Su padre, Eduardo Morel, trabajaba como ingeniero eléctrico para una empresa inglesa y su madre, Paulina Montes, era una dueña de casa quien estudió en la Cruz Roja y se dedicó al voluntariado. Ella más que nadie se convirtió en el principal referente de Cecilia para seguir el camino del servicio social. Él está hoy enfermo y fue parte de las mayores preocupaciones de Cecilia en plena campaña.
En 1972 Cecilia comenzó sus estudios de Enfermería en la Universidad Católica. Ese mismo año, comenzó una relación con Sebastián y en 1973 contrajeron matrimonio. Acompañó a su esposo durante tres años a Harvard en donde trabajó como intérprete y cuidó niños. Una vez de vuelta en Chile retomó sus estudios y continuó orientación familiar y juvenil en el Instituto Carlos Casanueva. Luego, se licenció en Relaciones Humanas y Familia en la Universidad Mayor en 2008.
El primer proyecto que realizó como profesional fue en la casa de la juventud en Conchalí y luego en Puente Alto en donde diseñó un programa para la dignificación de jóvenes encarcelados de esa comuna. En 1989, creó la fundación que actualmente lleva por nombre "Mujer Emprende" en Renca, la cual hace proyectos de capacitación para mujeres de escasos recursos.
En los años que siguieron, sus esfuerzos por alimentar su vocación social no cesaron. Tomando en cuenta su fe cristiana, Cecilia trabajó para la Comisión Justicia y Paz del área pastoral del Arzobispado de Chile, y a mediados de los 90 formó parte de un programa de educación para la familia de la Municipalidad de las Condes.
También se conoce su participación en los grupos Tantauco en la Comisión Mujer, Familia e Infancia, de la cual es encargada y en donde actualmente diseña propuestas para un eventual gobierno de su marido. "Cecilia está preocupada de que se diagnostiquen, estudien y planifiquen propuestas específicas, sobre todo en el tema infancia y familia. Ella lo quiso así y está trabajando hace tiempo", afirmó un miembro de la comisión de la que Cecilia forma parte.
Sus hijos siempre han destacado lo mucho que la admiran. Magdalena (Manena), su primera hija, nació en 1975 mientras estaban en Estados Unidos y es madre de sus primeros nietos: León, Juan de Dios y Esperanza. Cuando volvió a Chile, nació Cecilia (Pichita) en 1978, luego Sebastián en 1982 y finalmente Cristóbal (Tobin) en 1989. Un rito que tienen hasta el día de hoy es meterse a su cama para compartir con ella aunque todos superan los 20 años.
