Por qué verlo: Vamos, es Raphael, una de las voces más trascendentes de España, un clásico mayúsculo, el hombre que en 1987 protagonizó una de las más encendidas y recordadas peticiones de Gaviota, y el que en 2010 se entregó tanto al público de la Quinta Vergara, que hasta decidió dejar algo de sí mismo en ese escenario. Si eso no es entrega, qué.

Por qué hacer zapping: Porque entró por un diente, tras las caídas de Lucero y Alejandro Fernández. Por mucho que sea Raphael, ese aire de tercera opción es un misil contra la motivación de la audiencia.

Pronóstico: Podrá ocupar el rol formal de "parche", pero Raphael no está para ser actor secundario. El español se las arreglará para dejar en claro quién es el que manda aquí, y en otra de sus insignes jornadas interminables, se irá de Viña con stock completo... Aunque tenga que recibir la última Gaviota a las 4:30 de la madrugada.