Sus
orígenes l Exilio y clandestinidad
l Liderazgo en el PC l La enfermedad
l
Su lado oculto
Liderazgo
en el PC
Inmediatamente
después, en el denominado XV° Congreso del Partido Comunista,
Gladys Marín se alzó como figura líder de la colectividad
y muchos militantes la veían como la candidata ideal para ocupar
el cargo de secretaria general. Sin embargo, la dirigenta se opuso ya
que estaba fuertemente convencida de que la persona idónea para
asumir esa tarea era Volodia Teitelboim.
Convencidos
de que el “leninismo y la revolución” eran cosas
del pasado, en 1991 un grupo de militantes comunistas encabezado por
Fanny Pollarolo se escinde de la colectividad y forma el Partido Democrático
de Izquierda (PDI), entre cuyos dirigentes figuraron Luis Guastavino,
Antonio Leal y Alejandro Toro.
En
abierta oposición con la línea del PC, la nueva agrupación
política propugnó la idea de que ningún partido
de izquierda que profesara transformaciones democráticas y que
quisiera contribuir a la generación de una nueva idea de socialismo,
podía inspirarse en el marxismo.
Cuatro
años más tarde, el 15 de agosto de 1994, Gladys Marín
fue elegida por unanimidad secretaria general del Partido Comunista,
convirtiéndose así en la primera mujer en desempeñar
ese cargo político en la colectividad de izquierda.
La
elección de la dirigenta fue lamentada por el entonces secretario
general del PDI, Antonio Leal, para quien la designación de Gladys
Marín significó el triunfo de los sectores ideológicos
más ortodoxos del PC y de quienes mantenían abiertas las
puertas del militarismo en la política de la colectividad.
En
su nuevo cargo, Gladys Marín criticó duramente al gobierno
de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, acusándolo de no cumplir los compromisos
asumidos con el país a través de su programa e intentar
imponer una ley de punto final en materia de derechos humanos.
En
agosto de 1995, la dirigenta presentó una denuncia contra el
entonces comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, luego
de que éste afirmara poseer archivos secretos sobre opositores
políticos al régimen militar. Sin embargo, la acción
legal fue finalmente archivada por considerar que el general no había
cometido ningún delito.
Dos
meses después, el dirigente comunista Jorge Pavez logró
la primera mayoría individual en la elección del Colegio
de Profesores, triunfo que para Gladys Marín significó
una demostración del descontento popular frente a la política
que desarrollaba el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
También
en 1995, la dirigenta presentó ante el Servicio Electoral una
solicitud del Partido Comunista para ser inscrito en sus registros como
tal. La petición fue respaldada por 16 mil 623 fichas de afiliación.
Al
año siguiente, en octubre de 1996, Gladys Marín fue sometida
a proceso como autora del delito de injurias en contra del comandante
en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, proferidas en un discurso
que pronunció en el Memorial al Detenido Desaparecido y al Ejecutado
Político del Cementerio General el 11 de septiembre de ese año.
En
la oportunidad la dirigenta señaló que “el responsable
principal del terrorismo de Estado, de los crímenes contra la
humanidad, Pinochet, sigue haciendo política y dando órdenes.
Y eso lo hace porque el Gobierno se lo permite”.
Pese
a que sus abogados presentaron un recurso de amparo en su favor, la
secretaria general del PC fue detenida y trasladada al Centro de Orientación
Femenina, donde permaneció durante dos días. Posteriormente
obtuvo su libertad bajo fianza minutos antes de que el propio Pinochet,
a petición del entonces ministro de Defensa, Edmundo Pérez
Yoma, se desistiera de la acción legal presentada en su contra,
argumentando “razones humanitarias y de Estado”.
En
enero de 1997, Gladys Marín manifestó su satisfacción
por la fuga en helicóptero de cuatro extremistas desde la Cárcel
de Alta Seguridad (CAS) ocurrida el 30 de diciembre del año anterior.
“Los que se han fugado son gente que luchó consecuentemente
contra la dictadura, y arriesgaron en ello su vida”, declaró
la dirigenta en la oportunidad.
A
fines del mismo año se presentó como candidata a senadora
por la circunscripción Santiago Poniente. Obtuvo un 15,75 por
ciento de las preferencias, una votación media lejos superior
a la de su partido, la izquierda y sus propias aspiraciones que hablaban
de un ocho por ciento como máximo. No obstante, la dirigenta
fue igualmente derrotada por las listas de la Concertación y
la Unión por Chile.
El
12 de enero de 1998, Gladys Marín presentó ante la Corte
de Apelaciones de Santiago la primera querella criminal en contra del
entonces comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet, y
de todos quienes resultaran responsables en su calidad de autores, cómplices
o encubridores de varios delitos, entre ellos genocidio, homicidio,
secuestro y asociación ilícita.
La
acción legal fue acogida por el tribunal, el que designó
a Juan Guzmán Tapia como ministro de fuero para investigarla.
Tres
meses después, la secretaria general del PC protagonizó
un fuerte altercado con el entonces ministro de Relaciones Exteriores,
José Miguel Insulza, a raíz de la ausencia del gobierno
de Cuba en la II Cumbre de las Américas que se desarrolló
ese año en Santiago.
Asimismo,
Gladys Marín se quejó a nombre del PC por la forma cómo
se desarrollaba el proceso democrático y por la prolongación
de la presencia militar en la vida política del país.
Sin
embargo, lo que más molestó a la dirigenta fue la calificación
de “show” que hizo Insulza de la protesta que ella lideraba
en los jardines del ex Congreso Nacional.
En
junio de 1998, Gladys Marín fue elegida candidata presidencial
para los comicios del año siguiente en representación
de la denominada Unidad de Izquierda. Era la primera vez que el PC postulaba
a un militante de sus filas a ese cargo. La dirigenta sólo obtuvo
el 3,19% de los sufragios (223 mil votos).
La
derrota dio pie para que Jorge Pavez, entonces presidente del Colegio
de Profesores y miembro del Comité Central del PC, afirmara que
la colectividad necesitaba una profunda reorientación e incluso
una renovación de su dirigencia.
Las
declaraciones del dirigente comunista –quien finalmente fue separado
de la colectividad en 2003- dejaron en evidencia la pugna interna que
había dividido al partido entre "comunistas renovados"
y "comunistas ortodoxos", y que hasta ese momento se intentaba
mantener en estricta reserva.
Asimismo,
significaron un debilitamiento de la posición y figura de Gladys
Marín, quien, no obstante, declinó renunciar a su cargo
de secretaria general.
En
marzo de 2000, la cúpula del Partido Comunista, encabezada por
Gladys Marín, fue recibida por primera vez en diez años
en La Moneda por el recién asumido Presidente Ricardo Lagos.
En la oportunidad, la colectividad de izquierda comprometió su
apoyo al nuevo gobierno, “pero de manera independiente, contribuyendo
con la participación y con la movilización de la gente".
A
fines de noviembre del año siguiente, la dirigenta comunista
fue detenida durante el bullado desalojo de la sede de su partido en
la calle San Pablo. Sin embargo, recuperó su libertad el mismo
día.
En
2002 se celebró el XXII Congreso del PC, ocasión en la
que se modificó el estatuto partidario para que Gladys Marín
pudiera asumir un tercer mandato en esa colectividad.
De
esta manera, el 3 de noviembre fue elegida presidenta del PC, con lo
cual asumió un tercer período consecutivo a la cabeza
de la agrupación política.
El
15 de julio de 2003, la presidenta del Partido Comunista presentó
una nueva querella contra Augusto Pinochet por su eventual responsabilidad
en las desapariciones de dirigentes de la colectividad, originadas en
calle Conferencia, en mayo de 1976.
El 14 de septiembre del mismo año encabezó la tradicional
marcha convocada por la Asamblea de los Derechos Humanos que llegó
hasta el Memorial al Detenido Desaparecido y al Ejecutado Político
del Cementerio General. Seis días después comenzaron a
aparecer los primeros signos del cáncer que la afectaba, y que
la obligó a posponer un viaje e Roma, por un cuadro de cansancio
y estrés.
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