Una película, un romance

"La felicidad no es completa sin una cabra tocando el violín" es uno de los muchos dichos que Julia Roberts, espontáneamente, responde ante las consultas de la prensa rosa. Su vida sentimental ha sido calificada de ‘ajetreada’ e, incluso la han apodado como “Juana Casanova”.

Ante estos comentarios, ella responde, con sutil ironía, que no necesita salir de su casa para tener vida sentimental: “Con leer el periódico basta: voy a casarme con Richard Gere, salir con Daniel Day-Lewis..., incluso estuve un día con Robert De Niro”.

Gracia, belleza y simpatía la caracterizan; los medios la ven como a una mujer de estilo casual y una belleza curiosa que conquista a millares; agregan que la estrella es moderna y que le da lo mismo ser más alta que la mayoría de los hombres con los que ha salido.

Su larga historia de romances comenzó, por lo menos públicamente, en 1988, cuando, durante la filmación de la película “Satisfacción” conoció al actor Liam Neeson. Fue un rápido flechazo y muy pronto se fueron a vivir juntos en Venice. No obstante, antes de cumplir un año de estar juntos, la actriz comenzó el rodaje de “Magnolias de Acero" y se entusiasmó con uno de sus coprotagonistas, Dylan McDermott; otra corta relación.