El “Chamelo”, como conocían a Salas en la Novena Región y cuyo apodo heredó de su padre, era bueno para la pelota. Su zurda destacó desde que tuvo uso de razón y apenas Rosemberg Salas le regaló su primera pelota. A corta edad, el fútbol lo complementaba con sus estudios en la escuela Pablo Neruda de Temuco.

Cuando tenía siete años (nació el 24 de diciembre de 1974), José Marcelo Salas Melinao fue inscrito en las inferiores del club Green Cross (más tarde Deportes Temuco), pero como eso no bastaba también fue llevado a los “penecas” del club amateur Santos. Los fines de semana los dividía entre ambas escuadras, pero la doble militancia duró hasta 1990: en un cuadrangular que jugó con la camiseta de Temuco frente a Huachipato, Audax Italiano y Universidad de Chile, el DT Salvador Biondi lo vio jugar y le ofreció llevárselo a Santiago. Los dos goles que le había marcado a los azules fueron suficiente para despertar el interés de las huestes universitarias.

No fue fácil para Marcelo partir a Santiago. Su apego a la familia, a su madre Alicia y a su hermana Claudia le hacían pensar en la soledad. Pero la enorme proyección lo llevó a decidirse y a quebrarle la mano a sus padres, que veían con preocupados ojos lo que quería hacer su hijo.

Con 16 años, Marcelo Salas se trasladó a la capital en busca del triunfo. Su "proyecto" contemplaba probarse en Palestino y Universidad de Chile, pero Biondi se acordó de él cuando lo vio y convenció a los dirigentes para que adquirieran su pase. La operación se hizo en poco más de 60 mil dólares de ahora.

Los pastos santiaguinos no hicieron más que confirmar -y admirar- los atributos futbolísticos de Marcelo Salas. Su debut ante Soinca Bata con la camiseta azul de la Sub 17 no pudo ser mejor: anotó dos goles. Ese mismo año conquistaría sus primeros títulos: con la Sub 17 y de goleador.

Poco tiempo pasó para que Salas comenzara a alternar en la selección nacional de la categoría, de hecho participó en el Sudamericano de Paraguay. También los ojos de Arturo Salah se fijaron en el goleador (1993), el plantel de honor azul ya aparecía en su horizonte.

Su debut como titular se produjo el 4 de enero de 1994 ante Cobreloa. A pesar de que la U perdió por 2-1, Salas marcó el gol de los azules y la crítica alabó su desempeño.

La aparición fue mucho más que eso, fue el preludio de una consagración, donde los goles, el apodo de "Matador", su estreno en la "Roja" adulta y el título con Universidad de Chile '94 le cambiaron la vida para siempre.

En 1995 llegó el bicampeonato y también las grúas. Boca Juniors y River Plate se interesaron por sus goles. En el cuadro xeneize Bilardo lo quiso someter a una prueba y Salas se negó. El técnico se justificó diciendo que nunca un chileno había triunfado en Argentina. Más tarde lo lamentaría.

¿Algún técnico lo ha marcado?, le preguntaron por ese entonces. Y él respondió con la misma claridad que exhibía en la cancha: "Primero fue Salvador Biondi quien me apoyó al llegar a Santiago; luego el profe Véliz que me dejó marcado en la Sub 17; y don Arturo Salah que me ha guiado en forma excelente, me dio la posibilidad de mostrarme y me ha ratificado como titular".

Salas fue vendido a River Plate en 3,5 millones de dólares y su debut con la camiseta "millonaria" fue ante... Boca Juniors. Pese a la derrota, Salas marcó un gol.

Salas sumó su primer título con River en el Apertura '96. Al año siguiente sumó otras dos estrellas en el torneo local y la Supercopa sudamericana, el único trofeo que faltaba en la vitrina del cuadro de la banda roja.

Salas estaba para más, en Argentina tocaba techo. Entre varios interesados, Lazio de Italia adquirió su pase en 1998 a cambio de 18 millones de dólares. Ese mismo año defendió la camiseta de la selección chilena en el Mundial Francia, convirtiéndose en su goleador (cuatro goles en el mismo número de partidos) y lejos en la mejor figura del cuadro de Acosta que cayó en octavos de final ante el Brasil de Ronaldo y compañía.

Lazio y Roma fueron la casa de Salas durante tres años. En su primer año hace 15 goles en el calcio y se convierte en el mejor debutante de la historia del fútbol italiano. Lazio gana la Supercopa italiana y la Recopa europea.

En la temporada siguiente Lazio obtiene el título luego de 25 años de sequía con una importante actuación del chileno, quien anota 12 dianas para transformarse en el goleador del equipo. Además el equipo romano obtuvo la Supercopa europea, Copa Italia y Recopa Europea.

En su ultimo año en Lazio, el "Matador" gana otra Supercopa italiana, pero las lesiones le juegan en contra y permanece varias fechas fuera del calcio. Su temporada termina con siete goles en 21 partidos. Salas concluye una gran campaña en el equipo lazial con seis títulos y 54 goles.

En 2001 Juventus se interesa por él y lo adquiere en una cifra cercana a los 20 millones de dólares. Pero la mala fortuna cambió su vida: el 20 de octubre sufre ante Bologna la rotura de los ligamentos cruzados de su pierna derecha. Salas ya está en la banca cuando el conjunto de Turín consigue el scudetto.

En su segundo año en Juventus Salas no logra cuajar una buena temporada y en 2003 es cedido a préstamo a River Plate, donde las lesiones no le han permitido retomar el nivel que exhibiera antes de la más grave lesión que ha sufrido en su carrera.


La ficha
Nombre: José Marcelo Salas Melinao
Fecha de nacimiento: Nació el 24 de diciembre de 1974 en Temuco
Sus padres son Rosemberg Salas y Alicia Melinao
Hermanos: Claudia
Estado Civil:
Separado (estuvo casado con Carolina Messen Martínez)
Hijas: Camila y Catalina
Colegio: Pablo Neruda de Temuco
Apodo: Chamelo, Matador, Huaso y Shileno

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