Se busca un héroe
Superman hizo su debut en 1938, en el primer número de una nueva revista llamada Action Comics.
Si se desea entender su nacimiento y el de muchos de sus compañeros, sólo hay que remitirse a los libros de historia y ver el turbulento escenario internacional que enfrentaba Estados Unidos y los países europeos.
Los vientos de guerra, que se concretarían un año más tarde, se dejaban sentir con fuerza en todo el mundo producto del avance de Hitler y el nazismo, que controlaban Alemania y ya tenían una alianza política con Mussolini y los fascistas italianos.
La incertidumbre que generaba la ideología del Tercer Reich y los indicios evidentes de lo que ocurriría un año más tarde en Polonia, fueron el escenario perfecto para que la gente enganchara con los poderes invencibles de los personajes que comenzaban a surgir en las revistas, seres que encarnaban sus anhelos de que pasara algo o alguien apareciera de improviso a poner orden y alejar a la nube negra que se cernía sobre sus cabezas.
A Superman, si se desea hacer un análisis más rebuscado, se le podría dar incluso un carácter mesiánico a su nacimiento, porque al venir de otro planeta, el desaparecido Kripton, su figura se podría asociar con la del salvador que llega a la tierra para librarla del mal y protegerla.
Hijo pródigo
Las plumas que crearon a Clark Kent, nombre que utiliza el héroe para proteger su verdadera identidad, fueron las de Joe Shuster y Jerry Siegel.
Los primeros bocetos del personaje le pertenecen a Shuster, pero la idea que le dio vida nació de Siegel en 1933. Ese año intentaron vender su proyecto para que fuera incluido en la revista “Detective Dan”, pero fueron rechazadas y la frustración mantuvo congelado a Kal-El, verdadero nombre del Hombre de Acero, hasta 1938.