Durante sus años
como proscrito, Hugo se interesó por el espiritismo.
En 1853 y con la ayuda de una médium parisina, el escritor
tuvo su primer contacto con el más allá: su
hija Léopoldine. Posteriormente, habría tenido
la posibilidad de conversar con Jesucristo, Mahoma, Josué,
Lutero, Shakespeare, Moliére, Dante, Aristóteles,
Platón, Galileo, Luis XVI, Isaías, Napoleón
(el grande) y otras celebridades.
Los espíritus manifestaban su presencia
haciendo saltar y vibrar las patas de una mesa redonda especialmente
adquirida para las sesiones. Una vez identificada la visita
trascendente, comenzaba el diálogo. Las respuestas
del espíritu eran golpecillos que correspondían
a las letras del alfabeto.
En 1859, Napoleón III acordó
una amnistía a los ciudadanos que habían sido
expulsados entre 1851 y 1852, pero Hugo se negó a aceptarla.
En 1865 su esposa Adèle y su hija
del mismo nombre regresaron a París. Victor Hugo se
quedó en Guernesey con Juliette, junto a quien realizó
un viaje por el Rhin y Bélgica. Finalmente terminó
instalándose en Bruselas, donde su hijo Charles contrajo
matrimonio.
Paralelamente, Adèle escapó
a Nueva Escocia con Albert Pinson, un oficial inglés
a quien había conocido en Jersey. Tres años
después, la esposa del escritor falleció en
Bruselas.
En
1870, al día siguiente de la Proclamación de
la República, Hugo regresó definitivamente a
Francia y reanudó su carrera política. El 8
de febrero del año siguiente fue elegido diputado para
la Asamblea Nacional -donde representaba las opiniones más
izquierdistas- y el 13 de marzo falleció su hijo Charles
en Burdeos.
En febrero de 1872, su hija Adèle,
quien se había trastornado por una desilusión
amorosa, fue internada en el asilo de Saint-Mandé y
un año después falleció su otro hijo
François-Victor.
En 1876 fue elegido senador, cargo en el
que también estuvo durante 1879 y 1880.
En junio de 1878, Victor Hugo sufrió una congestión
cerebral. Se recluyó en Guernesey para curarse y luego
regresó a París, donde falleció por causa
de una infección respiratoria a la edad de 83 años
el 22 de mayo de 1885. Su cuerpo fue expuesto en el Arco del
Triunfo y posteriormente medio millón de personas siguieron
el cortejo fúnebre hasta el Panteón, donde sus
restos reposan hasta la actualidad.
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